La venta de Mestalla, más cerca que nunca, y el Nuevo, a la vista

La clave de la inauguración del Nuevo Mestalla, hoy y cuando se puso la primera piedra, hace ya más de una década, sigue siendo la misma: la venta de las parcelas del actual estadio. Y es algo con lo que se topó Juan Soler y luego Vicente Soriano, que Manolo Llorente apartó porque estaba en otras cosas, y que Amadeo Salvo puso en valor para poder atraer a inversores para la compra de la entidad, como terminó pasando con la figura de Peter Lim. Se está cerca, e insistimos que será más de 10 años después, de concluir esa primera fase para poder tener un campo nuevo, ya que como confirmó Mateo Alemany esta misma semana, en plenas Fallas y justo antes del preciso día del Centenario del club, se puede dejar claro quiénes son los que optan a comprar esas famosas 5 pastillas, acaban con los créditos de Bankia (suscritos con Caja de Ahorros de Valencia, que los más viejos del lugar entenderán), y financiar el futuro santuario blanquinegro.

Son muchas las que han llamado y optado para comprar esas parcelas, pero las condiciones que pone el Valencia, más allá del propio precio, son bastante particulares, aunque tampoco han trascendido, al menos hasta el momento, pero está claro que no todo el mundo las cumple. La base principal, y así estaba pactado en la venta del club, era que esa venta amortizaba los préstamos hipotecarios que datan del siglo pasado, y con eso liberado, Bankia financiaba la construcción del estadio de Cortes Valencianas. Incluso se dijo que Lim lo compraba si no venía nadie, pero eso jamás salió de su boca o la de su gente. Pero ese proceso parece que por fin va a terminar…