La mayor presunta estafa de la historia del Valencia, no lo olvidemos

El club tiene un pastel que no es nuevo, que casi tiene una década de antiguedad, y que tiene muchos padres, aunque parezca culpa de Peter Lim

Toni Hernández | 26 MAR. 2018 | 07:01

La mayor presunta estafa de la historia del Valencia se cometió, repito, presuntamente, en el verano de 2009, cuando el señor Víctor Vicente Bravo y su famosa empresa Dalport querían comprar el Valencia, y tanto Juan Soler como Vicente Soriano querían venderle. Hubo una reunión en Madrid entre un consejero del club y el señor Bravo, fallecido ya hace un tiempo, y tras ella, se tomó la decisión de activar el plan de la ampliación de capital de 2009. ¿Que cómo sé que tuvo lugar esa reunión? Porque yo fui quien cito a las dos partes en un domicilio privado de una urbanización cercana a la capital. Es demostrable, pero eso ahora mismo no tiene ninguna importancia, porque hace casi 10 años, y lo grave fue lo que ocurrió después, no en ese momento.

La decisión de ir a una ampliación de capital de casi 90 millones de euros fue de muchos, de todos diría yo. Valencia se llenó con el famoso “Junta fem força!”, y famosos de todos los sectores posaban con las camisetas. Casi todos los medios de comunicación apoyaron sin fisuras aquella campaña, porque era lo mejor para el club y alejaba la posibilidad de que un señor sudamericano comprara el club con una empresa fantasma que tenía un águila en el logotipo. Aquella ampliación fue cubierta en 18 millones por valencianistas de a pie que hicieron otro esfuerzo más por su club cuando estaba pactado que un préstamos sin avales con dinero público hacía el trabajo. Está en las juzgados hace años, y de momento la cosa no va bien. Y luego ha llegado la multa de la Unión Europea. Y luego Peter Lim, que como accionista mayoritario tiene que hace frente. Porque para esto si que nos vale que sea el dueño…