Las amenazas de periodistas a empleados del Valencia: un mal antiguo

Ciertas prácticas son propias de ciertas personas a lo largo de los años, en los que sus métodos no cambian, pero sí que lo hace el que nadie les haga caso

Toni Hernández | 10 SEPT. 2017 | 10:43

Hay periodistas que amenazan a empleados del Valencia, "o le cuentas las cosas o hago que te echen a la calle, que no sabes con quién estás hablando". Esto es más viejo que andar, por desgracia, y desde que yo entré en este mundillo, allá por 1994, lo he visto con mis propios ojos en más ocasiones de las que me hubiera gustado. No es una cuestión de denunciarlo o dejarlo de hacer, porque el que debería hacerlo es el que sufre esas amenazas y coacciones, ni tampoco de su el Valencia debe permitirlo o no, porque el club no puede mandar fuera de su propia casa. Lo duro es que los periodistas nos convertimos en matones del tres al cuarto, y a una profesión que está en niveles de credibilidad similar a los políticos, que eso ya es para llorar, no le podemos sumar tal barbaridad.

¿Lo hacen todos? No, gracias a Dios, pero eso tampoco es consuelo. Pero ahora mismo ocurre, porque a algún empleado del Valencia se le ha intentado hacer ese chantaje, y por cierto, no ha colado, lo que ha generado el cabreo monumental del chantajista, que efectivamente ha pedido la cabeza del que se negaba a seguirle el juego, aunque sin ninguna suerte, lo que hará que en breve empiecen las campañas de descrédito a algunas personas, otro clásico. ¿Qué se puede hacer? Trabajar y apartar las manzanas podridas del cesto, no hay más. Porque en esta ciudad hay muchos periodistas buenos, y ahora mismo, un club fuerte que no se pliega a chantajes baratos sacados de otro siglo. Pero como en tantas cosas, aquí se sabe todo.