El objetivo perdido del Valencia de Voro

"El objetivo del Valencia este año no tiene nombre y apellidos", decía Voro, el entrenador del equipo, en la previa del partido contra el Sevilla, y aunque está claro que puede tener hasta razón, que por arriba no se llega a ninguna parte y por abajo no te cogen ni dejándote, hay que tener un poco más de visión empresarial y pasional, y todo ello sin llegar a un fanatismos que generaría burlas más que admiración. Mestalla puede registrar una de las peores del año, porque se juega en un día horrible, en medio de la Semana Santa, y porque el equipo, objetivamente, no se juega nada, y eso no va a ayudar. Que no haya un objetivo "con nombres y apellidos" tampoco será un aliciente para acudir al encuentro, pero es que la venta de lo que queda de año no puede ir jamás por ahí.

Que no haya objetivo "bonito", estar en Europa, no puede "apijotar" a todo el mundo, ¿o preferimos sufrir como perros igual que el año pasado contra este mismo rival? El Valencia del futuro que se puede disfrutar en el presente, Carlos Soler, Toni Lato, Simone Zaza, Orellana, la vuelta de Nani, Santi Mina y alguno más, ese es el argumento que debe hacer que se mueva todo el mundo (que no esté fuera por vacaciones), que haya ilusión por ver al equipo en Mestalla. No voy a culpar a Voro de nada, faltaría más, pero sería bueno que todo el mundo confeccionara un plan atractivo para el personal, para que se vayan recuperando más motivos de orgullo entre los aficionados, que es la base del crecimiento del futuro.