Voro, el entrenador del Valencia

De director deportivo "si todo acaba bien", a entrenador seguro el año que viene... o tenemos todos los pies en el suelo, o es que no aprendemos

Toni Hernández | 24 FEB. 2017 | 00:01

¿Debe ser Voro el entrenador del Valencia el año que viene? Pregunta "lógica" si nos dejamos llevar por el momento, por la euforia, casi incluso por el alivio de ver el fuego a 10 puntos y con unas sensaciones que no se parecen en nada a las que transmitía el equipo de Fuori Prandelli, que con cada victoria queda más en evidencia, aunque muchos lo callan porque reconocerlo es pecando. Pero si nos dejamos llevar por el impulso y Voro empieza la temporada, estaremos cometiendo un error, que nadie verá en un primer momento, como ocurrió (sólo en algunos sectores) con Pako Ayestarán. Entre otras cosas porque si todo no va como la seda, y esto es fútbol, ¿tenemos claro que el precio que hay que pagar es la cabeza de Voro, y que ya no habrá "otro Voro" para sacar las castañas del fuego? ¿Ese tema está perfectamente controlado por parte de todos aquellos que piden que siga el actual entrenador? Me temo que no.

Al final va a parecer que tengo algo contra Voro, y nada más lejos de la realidad. Tengo una relación personal cordial desde hace muchos años, no es mi amigo, pero todo es correcto. Es decir, hago el análisis desde el punto de vista imparcial y objetivo, sin que el éxtasis post victoria contra el Madrid me nuble la vista. El Valencia debe firmar un entrenador contrastado, con experiencia, que conozca la plantilla y la Liga, y que desde luego cuente con el beneplácito de la dirección deportiva, sea quien sea su jefe. Y a Voro a guardarlo en la urna, a cuidarlo, mimarlo y ser excelentemente tratado por el club, por si se da el caso, ojalá no, de tener que volver a necesitarlo.