Entonces, ¿el Valencia era una panda de vagos o un equipo mejor de lo que parecía?

El equipo de Voro ha pasado de ser sacado casi a patadas de Mestalla contra el Celta a devolver la sonrisa a todos en 3 semanas

Toni Hernández | 25 ENE. 2017 | 00:03

"Suso, canalla, fuera de Mestalla", "Peter, vete ya", "directiva, dimisión", "los jugadores no sienten los colores", así comenzaba un artículo el pasado 4 de enero de madrugada, con la derrota ante el Celta en Copa del Rey caliente, y con lo que todavía faltaba por pasar en un par de días de verdadera pesadilla para el Valencia. 21 días después de aquello, Suso ya no está en el Valencia, ya que presentó la dimisión tirando basura por todas partes pero haciendo cero auto crítica de su gestión deportiva, Peter Lim sigue en el Valencia y no tienen ninguna intención de vender su 83% accionarial, el club hace más de 25 años que no tiene directiva, sino consejo de administración, y los mismos jugadores, más Simone Zaza, el que no iba a venir, ya debe sentir un poco más esos colores, o al menos ganan más partidos. Y todo ello, damas y caballeros, en 21 días.

Lo que ocurrió aquel día en Mestalla jamás deber volver a pasar por muy mal que esté el equipo, primero porque todo arranca con las mentiras y el engaño de un señor, Cesare Prandelli, al que por cierto ya no defiende en la ciudad ni los que daban la cara por él hasta partírsela, algo curioso. Había muchas ganas de cargar contra muchas cosas, y algunos, que debemos ser muy tontos, o estar comprados, según se mira, nos cansamos de decir que todo era una cuestión deportiva, puramente deportiva, aunque hubiera temas en la gestión que fueran una traca. 21 días después, y 7 puntos de 9 más tarde, Suso está fuera de Mestalla, Peter no se va, la directiva no dimite porque no hay, y los jugadores... pues eso, los jugadores son jugadores.