El Valencia, Twitter, los hashtags, el periodismo y el fútbol

No tengo claro si voy a ser capaz de expresar lo que pienso en este artículo, primero porque el tema es difícil, el Valencia en apuros muy serios y con todo el mundo en guerra, segundo porque vivimos en la era de las redes sociales, donde todo se magnifica, y se comunica de una forma diferente a cuando yo, que no soy tan viejo, empezaba, y se estilaba aún el teletipo. Tercero porque el fútbol y la mezcla de estos dos factores resulta explosiva en los malos momentos, y estos son los peores que se recuerdan en décadas. Y cuarto porque es un mundo mucho peor, cobarde pero cruel, porque el personal con el teclado se envalentonan, aunque luego baja a la tierra. Pero aquí se juzga a Peter Lim y se le sentencia, se le ordena vender el Valencia, se cesan entrenadores, se hacen juicios públicos sobre si los mayores de 30 deben estar en la grada de animación o no o quién decide que estén o no. Se sentencia a jugadores a favor y en contra con los conocimientos que se hace. Y se montan campañas, etiquetas, hashtags. El último, #AmuntMesQueMai.

No me gustan estas cosas, lo confieso, creo que no sirven de gran cosa a la hora de la verdad, aunque sí tengo claro que activan en positivo a la gente, y eso hace ahora falta como el respirar. Y todo cambia, porque gente que no daría una entrevista, o que cuando las da no dice nada que valga la pena, salen a twitter y son capaces de generar pasión con una mera frase y una foto que habla mucho mejor que ellos. Todo está cambiando, no sé si en positivo o en negativo, no tengo claro que sea bueno eso de que "o eres de los míos o vas contra mi", que es el lenguaje de Twitter, y en fútbol más. Y cuando el Valencia está mal, más aún.