Creer en Cesare Prandelli es mucho más que palabrería, es compromiso con el Valencia

Creer en Cesare Prandelli y en este Valencia que tiene que armar casi desde sus cimientos es mucho más que palabrería barata y generar contenidos en unos días sin fútbol de clubes y en los que todo, especialmente el mercado de fichajes, coge lejos, aunque le hayamos sacado todos un partido espectacular con el rosario de delanteros italianos que van a venir en enero. Creer en el entrenador del equipo es mucho más que eso, porque ahora, esta situación que vive la entidad a nivel deportivo, requiere compromiso por parte de todos, y eso es algo que se da o no se da, no que se puede pregonar pero si el equipo no gana monto un pollo de aúpa y todo por el aire que diría Juan Soler. Esto es mucho más serio, esto trasciendo el periodismo y llega al valencianismo, y ahí es donde a michos les canta el alerón por un lado, y el rencor y las cuentas pendientes por otro.

Apoyar a Prandelli es hacerlo al Valencia, pero también a Peter Lim aunque sea de forma indirecta, y pecados mortales no se cometen antes de Navidad. Porque si, el entrenador mola, pero si es bueno del todo es que Suso no es tan burro ni tan pelota y el “chino” no pasa tanto del club. Uff, problemas graves si nos ponemos a apoyar eso a muerte. Pero claro, si no lo hacemos, rajamos del club, del equipo, ¿y si se pone ganar partidos? ¿Y si en enero traen a un 9 y empieza a marcar goles? Pero claro, si la política deportiva se acierta de una vez, resulta que Salvo y Rufete tampoco eran tan la pera limonera, y que Lim tampoco estaba tan loco haciéndolos a un lado. Pero si fallan, podemos sacar a los nuestros otra vez a pasear… ¿me habéis entendido? Apoyar es apoya, sin fisuras ni amiguísimos. Y lo otro es hacer el traca, que además de feo, es muy poco discreto. Yo soy de Prandelli, sin más, porque si sale bien, es bueno para todos. No pretendo que lo entendáis, llevo 25 años viendo esto, y tengo claro lo que hay.