Rubén Baraja es el futuro del banquillo del Valencia

Fin de semana sin fútbol, tiempo de reflexión, y ya que algunos están muy preocupados, les recuerdo yo el futuro del Pipo en el Valencia

Toni Hernández | 03 SEPT. 2016 | 12:09

Rubén Baraja es un símbolo, un histórico del Valencia, una figura sagrada que jamás ha manchado esta camiseta ni este escudo, que siempre puso por delante al club por encima de sus intereses, que nunca habló mal de nadie y que arregló muchos trapos sucios dentro de casa, donde toca, como Carlos Marchena, dos figuras que están por encima de todo. No se encontrará a nadie en esta ciudad que hable mal del Pipo, nadie, y eso es algo de lo que nadie no puede presumir salvo él. Eso es algo que muchos llevan mal, pero es algo con lo que tendrán que vivir siempre. El Pipo es sagrado, y eso ya no lo cambia nadie. Ahora es entrenador, y de los buenos, y su futuro será el banquillo de Mestalla, antes o después, y como dije hace 3 meses, será el Simeone de Peter Lim, porque sólo él puede encarnar todos los valores del Valencia, ya que nadie como él los ha defendido en las buenas y en las malas.

Y si no es con Lim será con el que venga, y Baraja no tendrá que llamar a nadie ni arrimarse a ningún dueño haciendo la pelota para entrar en el club, porque no lo ha hecho jamás, y conociendo como conozco A MI AMIGO, no lo hará. En su día, cuando necesitaba hacer las prácticas del nivel 3 de entrenador, el nacional, me llamó y estuve encantado, porque el Valencia de Llorente y sus amigos los fenómenos no le ofreció esa posibilidad. Vergonzoso que un mito como él no tuviera casa en su casa. Rubén se ha ido haciendo camino, aunque este año ha empezado la temporada sin equipo. Ya lo tendrá, y bueno, estoy seguro. Y un día se sentará en el banquillo del Valencia, y ese día todo el valencianismo estará de acuerdo, y ojalá sea el Simeone del Atlético de Madrid o el Guardiola del Barcelona, o los supere a los dos.