"Depender de 22 cabrones es duro, pero el fútbol es así”

En momentos de tensión, uno acude a los amigos que saben de estas cosas, que las han vivido, que te cuentan las cosas como son, no como quieres que sean

Toni Hernández | 06 ABR. 2016 | 08:08

El fútbol me ha dado grandes amigos, a los que une recurre siempre que pasa por esos momento de tensión y de nervios, cuando un equipo se lo juega todo, cuando tienes las dudas que ahora mismo seguro que tiene la afición del Valencia, todo Mestalla, ante el partido del domingo contra el Sevilla de Unai Emery, “Toni, estar en manos de 22 cabrones que pueden hacer lo que les rote es muy jodido, pero el fútbol es así, y no queda otra que confiar en ellos o matarlos”. La regla no escrita de este deporte, donde mandan los que más cobran, pero los que luego menos responsabilidad tienen, que pueden hacer eternamente felices a los aficionados, o hundir un club por su capricho. Así de fácil, así de duro, así de real.

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“Si ahora les metes caña, los jugadores se cagan, y eso no le interesa a nadie, porque lo que necesita todo el mundo es ganar, y eso sólo depende de ellos, así que toca darles mimitos, arroparles por la noche, y decirles lo guapos y buenos que son, para que así se lo crean y salgan a tope”. Leerlo te puedo dar una sensación de rechazo, pero cuando la conversación la tienes in situ, ahí es cuando un sudor frío te recorre el cuerpo con una extraña sensación: los quieres, y los quieres matar. Pero cuando te dicen las cosas como son, y no como quieres que sean, puede doler, pero es lo que ahí, y medias verdades son peor que mentiras completas.

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“Lo único que se puede hacer es dar buen rollo, de todo el mundo alrededor, que el jugador se quite los nervios que tiene, porque somos unos egoístas malcriados, pero sabemos todos los que el club tiene en juego”. Me pregunto cómo explicarle eso a una afición que paga un dineral por el abono, que tiene el miedo en el cuerpo, que está cansada de ver cómo su equipo hace el ridículo, y que encima tiene que hacer de tripas corazón y guardarse el cabreo para otro momento. “Cuando te aplauden todos como si fueras un héroe, luego pasa que te quieren dar por inútil, aunque el problema viene cuando se olvidan de lo segundo, que siempre pasa, pero que es fútbol”. Es fútbol. Mi amigo, un ex jugador de fútbol del Valencia del Doblete, y buen tío, como era la gran mayoría de aquel equipo.

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Por cierto, esta conversación la tuve en mayo del año pasado, justo antes de que Huracán jugara el partido clave del año y se clasificara para los playoffs después de 6 jornadas sin ganar y a un paso de quedarnos fuera. Como veis, el fútbol es fútbol, es universal, y se aplican las mismas normas, reglas y condiciones. Ah, ayer volví a hablar con mi amigo, que se ha dejado el alma por el Valencia (gracias a Dios de esos tengo varios), y me dijo que si se hacía “lo de siempre en estos casos”, Mestalla ganaría otra vez el partido. Qué malo es estar en manos de 22 cabrones, pero es que son nuestros cabrones.