In Ayestarán we trust, en Pako creemos: "quiero un futuro en el Valencia"

Pako Ayestarán siempre fue el más discreto de aquel cuerpo técnico que mandaba Rafa Benítez, y que completaban Antonio López y José Manuel Ochotorena, que tres lustros después sigue en el Valencia, y desde que se marchó al Liverpool con el jefe, siempre ha querido volver, y de hecho lo hizo en 2009, pero su segunda etapa apenas duró un año, porque no era su momento, no era su Valencia, casi el de nadie, pero ahora, con Peter Lim y García Pitarch, igual en hace más de una década. "Me he preparado toda mi vida y sigo haciéndolo por una oportunidad así". Sus intenciones quedan claras desde antes de empezar, porque quiere hacer algo grande en su casa, porque quiere que sea eso, su casa, y por mucho tiempo. Cuando alguien tiene tan claras las cosas, al menos merece el beneficio de la duda de todos.

Trae a toda su gente de confianza, David Caneda y José Viela, y el eterno Ochoto, y está en un lugar que conoce bien. Ha ido a Singapur para conocer a Peter Lim, y ellos sabrán lo que han hablado, el grado de confianza, y sobre todo, la implicación de un propietario al que se le achaca que dirige el club desde 12.000 kilómetros de distancia, pero es él no lo dirige, tiene a su gente de confianza, que le expone los temas peliagudos, para que en esos, tome las decisiones él personalmente. Le ha dado toda la confianza del mundo, y ahora Pako la ha recogido para hacerse fuerte en una plaza que es, repito, su casa.

Sus métodos, sus formas, su conocimiento, y algo básico que debe tener, la confianza de la plantilla, que debe dar señales de vida, debe responder. No son la mejor de la historia, pero tampoco la décimo cuarta de la Liga, que es lo que refleja ahora mismo la tabla. Hay que confiar en Pako Ayestarán por varios motivos: primero porque es el elegido por el dueño, segundo porque su bien será el de todos, y tercero, porque aunque en Primera como entrenador jefe tiene la misma experiencia que Gary Neville cuando llegó, creo que no son ejemplos comparables, que incluso podríamos decir que es un tipo de consenso sin salir a fichar a nadie fuera, y que todo eso unido hace que su mensaje inicial, "tenemos 8 finales y necesitamos a Mestalla", tome una importancia mayor si cabe sobre lo normal. Ahora ya no hay excusa, nunca debería haberla por muy incapaz que fuera el técnico de turno, para ir al campo en los partidos que quedan, apretar el culo y dejarse el alma, y cuando todo acabe, acordarse de la familia de quien sea. Pero cuando todo acabe y, como ha dicho Lay Hoon, “creo que hemos visto todos los problemas de la temporada, y para la próxima temporada vamos a planificarlo todo mucho mejor".