Gary Neville gana su primer partido de Liga con el Valencia, Neville finally wins

El Valencia, primero con Nuno y ahora con Gary Neville, lleva nada menos que 10 partidos sin conseguir ganar un partido de Liga, y está a 3 encuentros de igualar su peor marca, que terminó con el equipo en Segunda, y Mestalla lleva desde el 31 de octubre, nada menos que 3 meses exactos, sin ver cómo su equipo suma 3 puntos en un choque liguero. Unas cifras que rozan la locura, que provocan un cabreo que no es normal, y si me apuráis, hasta cierto acojono más que comprensible.

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Gary, nuestro querido Gary, como mínimo, nuestro Gary, debe ganar su primer partido de Liga de forma automática, o sea ya, es decir, contra el Sporting. La broma ha durado mucho demasiado, y este club, esta afición, este escudo, este proyecto, y aunque alguno se me enfade, este dueño y esta plantilla, no merece seguir ampliando este maldita racha de las narices. La semana está yendo bien, con la vuelta a unas semifinales de Copa 4 años después, aunque sea contra el Barça, y si culmina con un triunfo, quizá sea la mejor de largo en muchos meses.

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La hora es buena, aunque habrá quien diga que las 16 horas es todavía momento de sobremesa dominical, y llegará con el arroz a medio camino del estómago. Aunque creo que a estas alturas ya debemos haber superado el síndrome “nos ponen el fútbol cuando toca y no te puedes quejar que da lo mismo”. Que el campo tenga una buena entrada, y un buen ambiente, y los socios no pagan, sería una buena forma de empezar el partido.

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Pienso en Gary Neville, aunque ponerse en su piel es casi imposible. Esa presión que tiene un técnico no se puede explicar, sólo se puede vivir. Vi a un tipo joven, tenía 31 años cuando lo conocí, peinar canas sólo dos años después. Lo que pasó en ese tiempo fueron 78 partidos de Liga, dos de Copa y 8 de playoff con una final. La persona se llamaba Nico Estévez, y fue entrenador del Valencia. Nico, no te enfades, pero esos dos años, esa tensión, te sacó las canas… Hemos visto a Guardiola quedarse calvo como una bola de billar en un banquillo. ¿Qué creéis, que son modas estéticas? No, se llama tensión a lo bestia.

Debe ser un buen día, no un gran día, que eso se reserva para los grandes momentos, pero si bueno, porque ganar es bueno, muy bueno. Y cuando hace falta, no sólo es bueno, además es curativo. Al tiempo.