El crédito de Gary Neville como entrenador sigue navegando bajo mínimos, después de fracasar de forma estrepitosa en el Valencia, ha vivido en primera persona uno de los mayores ridículos de la historia de la selección inglesa. En menos de un año Gary Neville ha conseguido dilapidar su prometedora carrera con una temporada cargada de despropósitos y récords negativos.