Zuculini y Barragán, los nombres propios de un tranquilo cierre de mercado 'ché'

Finalmente no hubo fichaje sorpresa de última hora y Nuno tendrá que aguantar con lo que tiene, que no es poco. Sólo se movió un Zuculini que se va a Córdoba.

Adrián Rubio | 31 ENE. 2015 | 07:00

El movimiento que protagoniza el argentino es lo más destacado del 30 de enero, último día del mercado de fichajes de invierno en España, que en el resto de Europa aguanta una jornada más. Zuculini jugará hasta final de temporada en un Córdoba que convenció al Manchester City para que se lo prestara antes del cierre, siendo esta operación y la renovación de Barragán lo noticiable en un Valencia CF que sólo ha firmado a Enzo Pérez en este mes de enero.

El ajetreo que tuvo la jornada en la entidad de Mestalla se produjo poco antes de las 15:00 horas, cuando a las oficinas de la Ciudad Deportiva de Paterna acudieron primero los agentes de Barragán, quienes rubricaron el contrato que unirá al lateral andaluz con el Valencia hasta el 2017, y más tarde Zuculini y su padre entraban en el despacho de Rufete para vivir sus últimos minutos como valencianista.

A falta de confirmación oficial por parte del club, la presencia de los representantes de Barragán, quienes se marcharon de las instalaciones en compañía del futbolista, era el último paso antes de poder dar por cerrado el asunto. Por su lado, lo de Zuculini también estaba cantado y el propio jugador, que ya pertenece al Córdoba y en cuatro jornadas podría medirse a los de Nuno vistiendo la camiseta de su nuevo equipo, pretende despedirse de toda la plantilla durante la mañana de este sábado antes de partir hacia tierras andaluzas.

Su visita a Rufete, en compañía de su padre, fue el último episodio de seis meses que el futbolista no va a recordar con mucho cariño, especialmente en lo que se refiere a la vertiente deportiva en la que sólo ha tenido 45 minutos de acción sobre el césped y fue allá por el mes de agosto. Desde entonces nada, sólo entrenamientos y contadas presencia en el banquillo valencianista. Lo mejor para él, y así lo han vuelto a contrastar todas las partes este viernes, era volver al City para que éste le encontrara un nuevo acomodo como así ha acabado ocurriendo.

Y hasta aquí llegan los movimientos que ha realizado el Valencia CF de Peter Lim en el último día de mercado. Gastados los 25 millones de euros en Enzo Pérez, la incorporación más cara de toda la Liga española durante el mes de enero, sólo quedaba aguardar una opción interesante de mercado que finalmente no se dio. Y eso que Nuno pedía y deseaba refuerzos, mucho más teniendo en cuenta que se le han marchado cuatro futbolistas -Zuculini, Joao Pereira, Carles Gil y Rober Ibáñez- y tan solo se ha firmado a uno. Al técnico luso la plantilla se le ha quedado en 21 futbolistas de los que tres son porteros, una cifra que a priori parece suficiente para afrontar un partido por semana durante los próximos cuatro meses.

Eso sí, mejor que no se den muchas sanciones y lesiones porque en ese caso se echará en falta no haber sido un poco más agresivo en el mercado invernal. Fletcher, Lavezzi, Milner, Marcos Rocha, Toulalan, Bakkali, Bryan Ruiz... todos ellos fueron relacionados de una u otra forma con la entidad valencianista. Finalmente se impuso la cordura, mucho más tras la eliminación copera que reducía los compromisos a disputar, para no fichar por fichar y se insiste en el mensaje de que los futbolistas que permanecen en nómina son los suficientes y con la calidad necesaria como para poder alcanzar el ansiado objetivo de la Champions.

Para sorpresa de muchos, Filipe Augusto aguanta bajo las órdenes de Nuno pese a que se especuló con un retorno al Rio Ave, que le tiene cedido en la capital del Turia hasta final de curso. Hubiera sido debilitar demasiado un centro del campo donde sólo ha aterrizado Enzo Pérez y tanto Rufete como sus ayudantes en la dirección deportiva del Valencia CF afrontaron las últimas horas del plazo con un talante bien distinto al del año pasado. Por aquel entonces, el valencianismo vivió eufórico como los cambios de cromos se iban sucediendo en un club que buscaba un revulsivo que no acabó de fructificar sobre el césped, quedando octavo el grupo que por aquel entonces entrenaba Juan Antonio Pizzi.

La actual versión de la institución 'ché' es mucho más poderosa y estable y eso ha quedado reflejado en la jornada del viernes 30 de enero del 2015.