Derrota estrepitosa de Valencia Basket ante el Barcelona

La clave estuvo en el poco acierto en el tiro de Valencia Basket, mientras que su rival basó su juego en el rebote y el tiro exterior.

Daniel Pardo | 05 JUN. 2014 | 23:31

El Barcelona no perdonó los numerosos desaciertos que tuvo Valencia Basket en el primer partido de estas semifinales de Liga Endesa. Los chicos de Xavi Pascual rompen con esta victoria el factor cancha de los Play-Off gracias al acierto exterior y al buen hacer de sus Pívots bajo aros.

Muchos coinciden en que en la tarde – noche de hoy se ha visto uno de los peores partidos del equipo de Velimir Perasovic en toda la temporada. En el primer cuarto se dieron muestras de fallo en la selección de tiro (luego se mejoró en ese aspecto pero empeoró el acierto de tiro). Lampe destrozaba cada vez que salía de la pintura para probar su tiro de tres puntos; aún así el equipo local amparado en lanzamientos desde 4-5 metros no dejó ir al Barcelona y mantuvo la compostura pese a las pocas canastas que metieron.

Con 14-16 dieron inicio los siguientes diez minutos de partido. Cuando los valencianos se acercaban al empate, Sada (imperial en este cuarto) ponía tierra de por medio ya fuese en defensa o en ataque. Ni los triples de Lucic o de Rafa Martínez conseguían poner en ventaja al Valencia (23-24), pero la constancia que inculcó entre los suyos Pau Ribas (el mejor del partido) ayudó a ver un marcador favorable tras muchos minutos de juego (31-30 tras mate de Lucic).

Pese a todo lo que tenían en contra el conjunto taronja se fue tan solo dos puntos por detrás en el marcador (33-35) con Justin Doellman como máximo anotador hasta el momento (11 puntos).

Pero si perdonas al Barcelona, este no te devuelve el favor. Navarro impuso la ley del silencio en la pista; a cada réplica intentada por Lafayette o Sato (siempre derivada en fallo), contestaba el escolta con un triple. Es tremendamente injusto comprobar cómo no entraba un tiro fácil de Aguilar y cómo sí hacía lo propio Tomic a base de 2+1. Con esa potencia física en pista por parte visitante, se vio la máxima de lo que se llevaba de partido, +14 (36-50), aún así Lafayette bajaba la diferencia a un digito (42-51).

Tras un tercer cuarto para recordar (de lo malo que fue; 2 tiros de campo anotados por Valencia Basket), los pupilos de Perasovic comenzaron a bajar los brazos de forma sucesiva, y no es para menos cuando Nachbar te rebotea en ataque, te anota, encesta los tiros libres y a la siguiente jugada te mete un triple de concurso. Ante tal hándicap no hubo más que esperar a que se consumieran los últimos minutos de partido; las diferencias oscilaban entre 12 y 15 puntos, dependiendo de la cantidad de triples que Papanikolau, Navarro y compañía encestaban como si de tiros bajo canasta se tratasen. Finalmente el marcador se quedó en un 58-77 muy doloroso, y más todavía con la lesión de Pablo Aguilar. Como detalle señalar la tremenda afición que tiene Valencia Basket tras de sí; entre impresionante e indescriptible se puede situar una hinchada que a un minuto del final, y con 15 puntos de desventaja, es capaz de corear y ovacionar a su equipo al grito de “Valencia, Valencia,…”. Eso es impagable, no como los recursos que tuvo el Barcelona en el día de hoy para vencer en Valencia; con tal presupuesto e inversión, no es de extrañar que tengan jugadores capaces de reventar un partido a base de triples. Tampoco se asusten, ellos no tienen un grupo de Gladiadores capaces de encontrar en el fallo un camino hacia a la superación; y ni mucho menos tienen algo parecido a lo que de verdad hace funcionar a este equipo, La Fonteta de Sant Lluís.