Rami mete en un lío al Valencia, y a Rufete

Los centrales del filial no pueden subir hasta enero

Toni Hernández | 25 SEPT. 2013 | 18:44

El Valencia se va a deshacer, y ya era hora por motivos deportivos, y ahora extradeportivos, de un defensa menor con ficha de estrella, el francés Adil Rami, que en el tiempo que ha estado en Valencia ha bailado lesionado, ha faltado al respeto, a su entrenador, a sus compañeros y ha estado flirteando con media Europa para ver si alguien lo fichaba este verano.

Rami, que cuando Djukic lo mire debe pensar que cuando jugaba perdió dinero, ha “engañado” en este tiempo, Unas condiciones físicas impotentes trufadas con una falta de inteligencia en el campo, exceso de lucimiento personal y decisiones innumerablemente erróneas, que han costado muchos disgustos.

Como bien decía un amigo, un buen central al 150% y normal al 99%, pero que cobra la nada despreciable cifra de 1.8 millones de euros. Brutos sí, pero aun así, me sigue pareciendo una animalada en la relación calidad/precio. Y con una cláusula descendente, algo que tampoco se llega a entender demasiado bien.

La salida de pata de banco, una más, con su entrenador y sus compañeros, ha sido la gota que ha colmado un vaso que no se permitir lujos, pero que tampoco puede dejar que nadie mate su autoestima. Y más cuando ese alguien, hoy en día, no es nadie en el mundo del fútbol. Ni aunque lo fuera. Rami, salvo cambio de planes que llevaría consigo alguna vergonzosa situación, no va a volver a jugar con el Valencia.

¿Y ahora qué? Sólo se pueden fichar jugadores que estén en el parto hasta el 1 de enero. “Pues que suban de la cantera”. Con la norma hemos topado señores. Carlos Delgado y Álex Quintanilla, dos buenos centrales, dos tipos sensacionales y con cabeza (el vasco es estudiante de ingeniería superior, y lo lleva al día), no pueden jugar en el primer equipo. ¿La razón? Que ambos han nacido en 1990, ya no son sub23, y la norma que está vigente desde este año impide que jugadores inscritos con un filial, que no sean sub23, puedan jugar con el primer equipo.

El responsable no es Salvo, no es Djukic, no es nadie más que el hombre que lleva meses, desde marzo en concreto, preparando la escuela del Valencia, desde su filial hacia abajo, fichando técnicos, directores de escuela, etc. El señor Francisco Joaquín Pérez Rufete, ni más ni menos, que es el responsable de este parcela en el Valencia. Juan Sánchez, anterior responsable, y que aún anda esperando que alguien le explique por qué no está en el Valencia, lo tenía más que previsto. Pero Juan es un enorme profesional, y que no lo disfrute el club por el que siente devoción, debería ser un pecado.

Que un club como el Valencia no puede, por falta de planificación, disponer de jugadores de su cantera para reforzar puntualmente al primer equipo, es algo que el proyecto GloVal debe revisarse. Simplemente no es propio de uno de los clubes más importantes y grandes de España y uno de los 20 más grandes de Europa.

Habrá quien interprete esto como quiera, como le de la real gana, pero los datos no se discuten, se contrastan. Lo otro son opiniones. Y esto son hechos incuestionables.

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