El Valencia se inmola ante el Rayo (0-1)

Un error en la salida del balón provocó una nueva derrota en Mestalla

Francisco Ortí | 16 DIC. 2012 | 18:55

El Valencia se inmoló en Mestalla ante el Rayo Vallecano (0-1) e impide que Ernesto Valverde mantenga su inmaculado curriculum con el que contaba desde que se sentó en el banquillo valencianista. El nuevo técnico ché encadenaba tres victorias consecutivas (dos ante Osasuna y otra ante el Lille) pero no pudo completar el debut perfecto en su debut en Mestalla como consecuencia de errores propios que le condenaron contra el Rayo Vallecano.

El partido estaba encaminado hacía un inalterable empate sin goles y parecía claro que nada variaría el 0-0 del marcador, hasta que faltando siete minutos para el final una cruzada de cables de Tino Costa se convirtió en una daga clavada en el corazón del Valencia. El argentino cometió un error intentando sacar el balón jugado en una posición de inferioridad y lo perdió. Intentó corregir ese error con otro, agarró a Trashorras a la desesperada, cometiendo penalti. Chori Domínguez se encargó de materializarlo y sentenció el partido a favor de los visitantes.

La derrota pincha la burbuja de ilusión que había a crecer con Ernesto Valverde. El enfermo había dado muestras de mejoría en los últimos partidos, pero ante el Rayo Vallecano vuelve a quedar claro que está muy lejos de recibir el alta. Antes de iniciar la rehabilitación es necesario dejar de sangrar, y las heridas del Valencia todavía no han cerrado completamente. Heridas tanto deportivas como sociales porque la ruptura grada-afición continúa siendo clara y Mestalla volvió a exigir la salida de Manuel Llorente.

La imagen de los valencianistas, por su parte, fue la de un equipo impotente, con escasez de ideas y problemas para hacer daño al rival. El centro del campo formado por Ever Banega y Tino Costa no funcionó, y fue incapaz de hacerse con el mando del partido. Soldado estuvo desasistido, y Jonas volvió a pecar de frío. Se echó de menos a David Albelda, quien se está convirtiendo en la personificación de la reacción. Paradójicamente, la primera vez que el de la Pobla Llargavuelve al banquillo con Valverde, el Valencia encaja su primera derrota.

Albelda no tuvo ningún minuto, y el Valencia dio tres pasos atrás en su recuperación. Fue un equipo sin ideal ni gol y, sobre todo, sin alma. Valverde todavía tiene trabajo por hacer y ahora afronta una maratón de partidos en Mestalla por delante como terapia de choque para culminar la sanación. El peligro es que cualquier nuevo tropiezo en Mestalla podría ser fatal. Al menos para Manuel Llorente...