Hay una serie de jugadores que deben demostrar que pueden estar en el Valencia, y sino, se tienen que marchar. Aquí no hay nada personal, para nada en absoluto, esto es fútbol, profesional, y en ocasiones ocurre que el lugar de un futbolista no es en el que está sino en otro, y no pasa absolutamente nada.
Imaginemos que el Valencia tuviera una TV, como antes, y se dedicara a poner a parir los árbitros. De forma sistemática, sin análisis, sin criterio, sin nada más que el hecho de que no hemos ganado el partido de turno y nos ha venido bien. Y que un día jugamos una final, que volveremos a hacerlo, y que cuando los colegiados hicieran una rueda de prensa previa al partido y dijeran que están hartos de que les insultemos, nosotros filtráramos que no nos vamos a presentar.
El Valencia no puede consentir que Vinicius y Netflix vuelvan a llamar racistas a Mestalla y al valencianismo, y eso pasa dos veces en el famoso documental de la plataforma de pago. No han tenido vergüenza, y mucho menos rigor, y poco hicimos no dejándoles entrar en su día para volver a grabar lo que iba a ser una encerrona en toda regla para dejarnos como lo que no somos y faltarnos al respeto en nuestra propia casa y a nuestra costa.
Que el Valencia confíe en Carlos Corberán, de verdad, significa muchas cosas. Que van mucho más allá de discursos más o menos vacíos, o con más o menos contenido, para ser más exactos. Si el entrenador dice una serie de cosas, que no será en público, que nadie lo espere que luego empezamos con las tonterías que ya se le tiraron en cara a Baraja, lo que procede es hacerle caso, cerrarlo o decir, esta vez sí públicamente, que él está para entrenar y punto.
La temporada no ha terminado para el Valencia, el objetivo mínimo está muy cerca de conseguirse pero es momento de cimentar el futuro y no repetir errores del pasado.
Permanencia
El partido ante la UD Las Palmas es vital para alejar cualquier problema respecto al descenso, el objetivo mínimo debe quedar liquidado.
Europa
La lista negra del Valencia 2025 ya está clara, al menos en la gran mayoría de los nombres, aunque eso no significa que todos los que puedan estar en ella vayan a salir de forma necesaria. O que pueda haber cambios de aquí y hasta el final, porque si el fútbol es capaz de darte algo siempre, todos los sabemos, es oportunidades para redimirte. Y unas las aprovechan para cambiar su situación, y otros, por desgracia, no tienen esa suerte.
El miedo ha sido la gasolina que hemos tenido todos en el Valencia para levantar el año. Y no podemos perder ese miedo porque el peligro no ha terminado. Sin ese miedo somos lo que somos, y renunciar a él por comodidad emocional o por presunta ambición, es una barbaridad. Y de este burro, con todo el respeto del mundo hacia quien piense distinto, no me voy a bajar, y entiendo que haya quien tenga otras ideas, pero yo tengo las mías.
Peter Lim ya ha dado las órdenes concretas para los fichajes del Valencia 2025. Lo contaban los amigos y compañeros de eldesmarque.com, y lo cierto es que no podemos decir que haya demasiadas novedades con respecto a otros mercados. Más bien no hay ninguna. Y es que las instrucciones son básicamente las mismas, aunque ahora mismo tengamos menos agobio financiero a corto plazo por el crédito firmado con Goldman Sachs hace unos meses.
Hay una serie de jugadores que deben demostrar que pueden estar en el Valencia, y sino, se tienen que marchar. Aquí no hay nada personal, para nada en absoluto, esto es fútbol, profesional, y en ocasiones ocurre que el lugar de un futbolista no es en el que está sino en otro, y no pasa absolutamente nada.
Que el Valencia confíe en Carlos Corberán, de verdad, significa muchas cosas. Que van mucho más allá de discursos más o menos vacíos, o con más o menos contenido, para ser más exactos. Si el entrenador dice una serie de cosas, que no será en público, que nadie lo espere que luego empezamos con las tonterías que ya se le tiraron en cara a Baraja, lo que procede es hacerle caso, cerrarlo o decir, esta vez sí públicamente, que él está para entrenar y punto.
Imaginemos que el Valencia tuviera una TV, como antes, y se dedicara a poner a parir los árbitros. De forma sistemática, sin análisis, sin criterio, sin nada más que el hecho de que no hemos ganado el partido de turno y nos ha venido bien. Y que un día jugamos una final, que volveremos a hacerlo, y que cuando los colegiados hicieran una rueda de prensa previa al partido y dijeran que están hartos de que les insultemos, nosotros filtráramos que no nos vamos a presentar.
La temporada no ha terminado para el Valencia, el objetivo mínimo está muy cerca de conseguirse pero es momento de cimentar el futuro y no repetir errores del pasado.
Permanencia
El partido ante la UD Las Palmas es vital para alejar cualquier problema respecto al descenso, el objetivo mínimo debe quedar liquidado.
Europa
El Valencia no puede consentir que Vinicius y Netflix vuelvan a llamar racistas a Mestalla y al valencianismo, y eso pasa dos veces en el famoso documental de la plataforma de pago. No han tenido vergüenza, y mucho menos rigor, y poco hicimos no dejándoles entrar en su día para volver a grabar lo que iba a ser una encerrona en toda regla para dejarnos como lo que no somos y faltarnos al respeto en nuestra propia casa y a nuestra costa.
La lista negra del Valencia 2025 ya está clara, al menos en la gran mayoría de los nombres, aunque eso no significa que todos los que puedan estar en ella vayan a salir de forma necesaria. O que pueda haber cambios de aquí y hasta el final, porque si el fútbol es capaz de darte algo siempre, todos los sabemos, es oportunidades para redimirte. Y unas las aprovechan para cambiar su situación, y otros, por desgracia, no tienen esa suerte.
El miedo ha sido la gasolina que hemos tenido todos en el Valencia para levantar el año. Y no podemos perder ese miedo porque el peligro no ha terminado. Sin ese miedo somos lo que somos, y renunciar a él por comodidad emocional o por presunta ambición, es una barbaridad. Y de este burro, con todo el respeto del mundo hacia quien piense distinto, no me voy a bajar, y entiendo que haya quien tenga otras ideas, pero yo tengo las mías.
Peter Lim ya ha dado las órdenes concretas para los fichajes del Valencia 2025. Lo contaban los amigos y compañeros de eldesmarque.com, y lo cierto es que no podemos decir que haya demasiadas novedades con respecto a otros mercados. Más bien no hay ninguna. Y es que las instrucciones son básicamente las mismas, aunque ahora mismo tengamos menos agobio financiero a corto plazo por el crédito firmado con Goldman Sachs hace unos meses.