Renunciar al miedo en el Valencia por comodidad emocional o por presunta ambición

El miedo ha sido la gasolina que hemos tenido todos en el Valencia para levantar el año. Y no podemos perder ese miedo porque el peligro no ha terminado. Sin ese miedo somos lo que somos, y renunciar a él por comodidad emocional o por presunta ambición, es una barbaridad. Y de este burro, con todo el respeto del mundo hacia quien piense distinto, no me voy a bajar, y entiendo que haya quien tenga otras ideas, pero yo tengo las mías.

"Pero es que el descenso está a 7 puntos y Europa a 5". Lo leo y lo escucho a mucha gente. Para Europa tienes que adelantar a 6 equipos, y para el descenso te tienen que adelantar 4. Un argumento es posible que pueda rebatir el otro, o al menos compensarse. Y que de 33 jornadas hayamos estado 25 entre los últimos, varias como colistas, es otro dato que no se puede obviar por más que queramos vivir el presente y olvidarnos del pasado reciente.

Porque además, si luego no terminamos llegando a Europa, como pasó la campaña anterior, encima vamos a tener la sensación de fracaso, que ya nos conocemos, y si el curso pasado me pareció mal, en este sería una auténtica aberración. El miedo, ese miedo que nos da energías, es lo que toca no perder, tenerlo presente en cada momento, porque será lo que nos haga llegar a la meta esta campaña. Esta, que la que viene veremos cómo estamos.