Alerta ATE, silencio Valencia CF, "calma" instituciones: todo tenía su explicación
Que se diera ese clime de calma chicha debía tener un motivo, que ahora ya sabemos, aunque hay que pasar de las palabras a los hechos
Peter Lim
El Valencia que quiere hacer Peter Lim (si de verdad quiere hacerlo)
El máximo accionista ve cómo se le acumula la faena, teniendo dos meses por delante en los que está en juego el futuro de la entidad
Peter Lim, el Príncipe de Johor y la "vía valenciana" para comprar el Valencia
Todo ha sufrido no ya un parón, sino una especie de silencio sepulcral, que cuando ya tienes unos años, te hace pensar que algo hay que no sabemos
El gran acuerdo para que el Valencia, y Valencia, acaben con el problema del Nuevo Mestalla
Está mucho más cerca de lo que nadie podemos imaginar, porque tras la partida de póker y los pulsos, viene el sentido común y la practicidad
Meriton me importa un carajo, que se vayan, pero el Valencia es intocable, ¿está claro?
Harto ya de mucha gente que hace todo irrespirable, que sólo aceptan una forma de pensar, pero olvidan qué es lo importante
El Valencia se juega su futuro en los próximos meses
El presente deportivo del Valencia es muy negro en lo deportivo pero el club se juega mucho en los próximos meses más allá del terreno de juego
Qué plan tiene Peter Lim para el Valencia, y quién y cómo va a llevarlo a cabo
Saber lo que quiere el máximo accionista, y cómo quiere llevarlo a cabo, es el secreto mejor guardado del club... dando por hecho que está pensado
La pregunta sin respuesta: ¿y si Peter Lim no vende sus acciones del Valencia?
Pasan la semanas, la vía valenciana no avanza, el Príncipe no viene... y Meriton sigue al frente del club, y sin alternativa aparente
Meriton no puede ni debe seguir en el Valencia, ¿pero quién le compra las acciones a Peter Lim?
Es darle vueltas y vueltas a la misma historia, pero aquí siguen habiendo muchos egos que alimentar y ninguna opción seria encima de la mesa
El destino del Valencia del Valencia sólo lo conoce Peter Lim, y nadie más
En medio de una tensión social que puede explotar cuando se vuelva a Mestalla, seguimos sin muchas respuestas a cuestiones vitales