Meriton me importa un carajo, que se vayan, pero el Valencia es intocable, ¿está claro?
Harto ya de mucha gente que hace todo irrespirable, que sólo aceptan una forma de pensar, pero olvidan qué es lo importante
Meriton holdings
El destino del Valencia del Valencia sólo lo conoce Peter Lim, y nadie más
En medio de una tensión social que puede explotar cuando se vuelva a Mestalla, seguimos sin muchas respuestas a cuestiones vitales
Sandra Gómez sentencia al Valencia de Meriton: "la ATE está muerta"
La vice alcaldesa de la ciudad ha arrasado al presidente del club y al proyecto del Nuevo Mestalla con una declaraciones contundentes
El juzgado admite la demanda de LibertadVCF contra el consejo del Valencia: explicación
La plataforma más seria que existe como alternativa a Meriton da otro paso, sabe cómo se consiguen cambiar las cosas, aunque hay que que tener en cuenta más factores
Meriton no puede ni debe seguir en el Valencia, ¿pero quién le compra las acciones a Peter Lim?
Es darle vueltas y vueltas a la misma historia, pero aquí siguen habiendo muchos egos que alimentar y ninguna opción seria encima de la mesa
El papel de Joey Lim en el nuevo Valencia
Lleva meses en el club y en la ciudad, con un perfil público bajo, que puede que no cambie, pero sí se va viendo su función
Anil Murthy (y Peter Lim) dejan en ridículo al Valencia
El presidente se ha presentado ante Ximo Puig sin absolutamente nada, y ha generado el enfado monumental de la Generalitat
El proyecto desconocido del Valencia de Meriton (más allá de una venta)
Si por lo que fuera no vendiera, si los jugadores siguieran renovando, si hubiera un plan deportivo... algo hay que se nos escapa, y no es pequeño
"Lo responsable es decir basta", pero el problema es cómo se hace eso en el Valencia sin dinero
La indignación no compra acciones ni paga deudas, y si queremos resolver el probema, debemos ser muy realistas más allá de todo lo demás
Las bofetadas de las prensa internacional a Peter Lim a cuenta del Valencia: cómo afectan
Los artículos en The New York Times o The Guardian han sido contundentes, pero falta saber en qué medida socavan la voluntad del máximo accionista