El fracaso más absoluto de Meriton en el Valencia

El cese de Javi Gracia es la confirmación del más absoluto fracaso deportivo de Meriton en el Valencia. Es la culminación de un proceso que comenzó el curso pasado, cuando de una forma necesaria por dinero pero con formas y plan lamentables, se desarmó al equipo sin traer un solo fichaje para poder ocupar las vacantes que iban quedando, Murthy, con el consentimiento de Lim, mintió al técnico navarro, quien quiso reaccionar cuando ya era tarde, y en lugar de rebelarse, la sensación que deja es la de venganza.

Todo lo que ha podido salir mal lo ha hecho, porque se había puesto todo lo necesario para que saliera mal, no por mala suerte, no nos engañemos a estas alturas. Ha sido un año grotesco, una especie de broma macabra que no tiene sentido, pero que tiene responsables muy claros. El primero es el máximo accionista, Peter Lim, quien debería vender y marcharse del club cuanto antes mejor. Y el otro es Anil Murthy, que no ha podido ser más nefasto en todos los sentidos para la entidad. Luego hay más, el mismo Gracia, pero estos dos son la clave.

No me voy a tapar sobre todo lo que he dicho y he pensado sobre Meriton y Lim. Lo mismo que no entiendo qué se ha hecho desde el verano de 2019, con la salida de Marcelino, pero sobre todo de Alemany. Se ha dejado al club en manos de Anil Murthy, que es como pegarse un tiro en el pie cada media hora. Podías darle el beneficio de la duda, porque el fútbol es tan marciano que permite triunfar a inútiles, pero cuando los hechos hablan tan alto y tan claro, no hay más que añadir.