El trabajo que está realizando Rubén Baraja empieza a dar resultados, el Pipo se ha encargado de reforzar la confianza de un grupo que estaba roto y que ahora se ve capaz de competir con cualquiera. Pero debemos reconocer que varios futbolistas no están viviendo su mejor temporada y parecen bloqueados a nivel futbolístico y mental. El caso de Hugo Duro es quizá el más evidente, le puede la ansiedad y a pesar de que lo deja todo en el campo sigue negado de cara a gol.
En el Valencia no podemos dudar de Hugo Duro. No podemos y no debemos, porque hay cuestiones esenciales que se deben respetar, y el curso pasado el madrileño se ganó, al menos, el beneficio de la duda. Ni el año anterior era Van Basten ni este Iglesias (guiño al valencianismo ochentero, que los de mi edad detectarán rápido), y las críticas, como los elogios, deben ser en su justa medida.
Todas las líneas del equipo merecen un análisis en profundidad, el Valencia presenta muchas carencias en el centro del campo y los nombres que están sonando para reforzar la plantilla se relacionan con la medular y los extremos. Pero la parcela atacante sigue siendo una asignatura pendiente aunque es habitual que en los conjuntos entrenados por Gattuso los goles se repartan entre muchos futbolistas.
Cuando lleguen los goles de Hugo Duro para el Valencia, el salto de calidad va a ser brutal. Y me atrevo a decir una cosa, que en ese contexto y con Cavani al 100%, si sólo juega un punta, como hasta ahora, el puesto va a estar reñido como no imaginamos.
Durante la primera parte de la temporada el Valencia fue un equipo atractivo en su propuesta y bastante realizador, la eficacia se terminó tras el parón exceptuando algún partido copero. La estadística ofrecía un dato curioso ya que el gol estaba muy repartido entre todos los miembros de la plantilla, pero también reflejaba que el Valencia no contaba con delanteros demoledores.
El Valencia necesita a Hugo Duro, y a sus goles. La aportación del delantero madrileño, más allá de las cifras, está generando una serie de dudas con las que nadie contaba a comienzo de temporada. El año pasado nos ganó a todos a base de coraje, de ganas, de querer, y sin duda, de marcar, pero todo junto en el lote.
Hugo Duro tiene que ser uno de los “fichajes” del Valencia en esta segunda parte de la temporada. Primero porque es un chaval totalmente integrado en el club y en la ciudad, que lo vive, lo entiende y lo respeta, y segundo porque su calidad sobre el verde, que ya la vimos el año, está mucho más que clara. Hasta ahora, las cosas no le han salido, no le han ido bien, entre lesiones y que luego no ha recuperado del todo, como confesaba un día Gattuso.
El Valencia necesita el "fichaje" de Hugo Duro. “He sufrido mucho esta primera vuelta, llegaba a casa casi llorando”, decía el madrileño después del partido contra el Forest en Mestalla. Ya Gattuso había apuntado varias veces que, si no jugaba más, era porque estaba tocado físicamente, y que sólo su empeño y esfuerzo hacían posible que al menos pudiera estar unos minutos en el terreno de juego.
El trabajo que está realizando Rubén Baraja empieza a dar resultados, el Pipo se ha encargado de reforzar la confianza de un grupo que estaba roto y que ahora se ve capaz de competir con cualquiera. Pero debemos reconocer que varios futbolistas no están viviendo su mejor temporada y parecen bloqueados a nivel futbolístico y mental. El caso de Hugo Duro es quizá el más evidente, le puede la ansiedad y a pesar de que lo deja todo en el campo sigue negado de cara a gol.
Cuando lleguen los goles de Hugo Duro para el Valencia, el salto de calidad va a ser brutal. Y me atrevo a decir una cosa, que en ese contexto y con Cavani al 100%, si sólo juega un punta, como hasta ahora, el puesto va a estar reñido como no imaginamos.
En el Valencia no podemos dudar de Hugo Duro. No podemos y no debemos, porque hay cuestiones esenciales que se deben respetar, y el curso pasado el madrileño se ganó, al menos, el beneficio de la duda. Ni el año anterior era Van Basten ni este Iglesias (guiño al valencianismo ochentero, que los de mi edad detectarán rápido), y las críticas, como los elogios, deben ser en su justa medida.
Durante la primera parte de la temporada el Valencia fue un equipo atractivo en su propuesta y bastante realizador, la eficacia se terminó tras el parón exceptuando algún partido copero. La estadística ofrecía un dato curioso ya que el gol estaba muy repartido entre todos los miembros de la plantilla, pero también reflejaba que el Valencia no contaba con delanteros demoledores.
Todas las líneas del equipo merecen un análisis en profundidad, el Valencia presenta muchas carencias en el centro del campo y los nombres que están sonando para reforzar la plantilla se relacionan con la medular y los extremos. Pero la parcela atacante sigue siendo una asignatura pendiente aunque es habitual que en los conjuntos entrenados por Gattuso los goles se repartan entre muchos futbolistas.
El Valencia necesita a Hugo Duro, y a sus goles. La aportación del delantero madrileño, más allá de las cifras, está generando una serie de dudas con las que nadie contaba a comienzo de temporada. El año pasado nos ganó a todos a base de coraje, de ganas, de querer, y sin duda, de marcar, pero todo junto en el lote.
Hugo Duro tiene que ser uno de los “fichajes” del Valencia en esta segunda parte de la temporada. Primero porque es un chaval totalmente integrado en el club y en la ciudad, que lo vive, lo entiende y lo respeta, y segundo porque su calidad sobre el verde, que ya la vimos el año, está mucho más que clara. Hasta ahora, las cosas no le han salido, no le han ido bien, entre lesiones y que luego no ha recuperado del todo, como confesaba un día Gattuso.
El Valencia necesita el "fichaje" de Hugo Duro. “He sufrido mucho esta primera vuelta, llegaba a casa casi llorando”, decía el madrileño después del partido contra el Forest en Mestalla. Ya Gattuso había apuntado varias veces que, si no jugaba más, era porque estaba tocado físicamente, y que sólo su empeño y esfuerzo hacían posible que al menos pudiera estar unos minutos en el terreno de juego.