El entrenador del Valencia 2025
Esto está por encima de la figura de Carlos Corberán, siendo muy importante, porque se basa en otras consideraciones

El entrenador del Valencia 2025 no es que sea Carlos Corberán, que obviamente lo es, sino que ahora mismo representa la esperanza de muchos de nosotros, sino de todos, de cara al futuro. Y no es un contexto nuevo para nadie, ni mucho menos, porque esa figura ya ha sido encarnada por otros en el pasado reciente, aunque luego Meriton, desde Singapur, se ha ocupado de que todo acabara saltando por los aires de un modo poco menos que miserable.
Más allá del nombre, y del hombre, aunque después de lo que hemos visto no se puede ni se debe relativizar su figura en absoluto, es obvio que al que se siente en ese banquillo, además de fe, se le debe tener respeto y confianza cierta, no de palabra, porque esa ya hemos visto que es de boquilla y tiene el recorrido que tiene, es decir, algo muy corto.
Si pretendemos que se sigan haciendo milagros, si el plan de la familia Lim sigue siendo ese, la persona que ocupe el cargo de entrenador simplemente es alguien que está de paso, que tendrá un proceso conocido por todos, y cuyo desenlace está ya escrito antes de empezar. Si las cosas se hacen de otro modo, si hacemos por fin una apuesta deportiva en condiciones, si damos armas a los que han demostrado que con algunas son capaces de cosas impresionantes, es posible que todo sea distinto.
Y si no todo, al menos gran parte. Si digo que me preocupa el futuro, exagero sin llegar a mentir, porque es algo que no depende de ninguno de nosotros, y aunque lo tengamos en la cabeza, no cambia nada. Lo único cierto es que me gustaría no volver a vivir el día de la marmota en forma de pesadilla, eso sí, porque tengo claro que eso acabará mal alguna vez, y si lo hace, no sé cómo nos vamos a poder levantar de nuevo.