Cuando hay gente incapaz de ser feliz con y por el Valencia
No hay nada que celebrar, faltaría más, pero tampoco entiendo algunos mensajes apocalípticos que tienen un fin muy claro

No entiendo a los valencianistas que siguen empeñados en estar amargados por todo, con cualquier cosa, por la excusa que sea, y buscarle tres pies al gato a la situación que sea con tal de tener como bandera que todo es una mierda.
Y no, nadie está pidiendo que saquemos el autobús descapotable a la calle para celebrar nada, que aquí nos gusta mucho eso de ir de un extremo a otro para poder buscarse enemigos. Que vamos en la mitad baja de la tabla, que el descenso sigue siendo una amenaza, y que lo normal es que no volvamos a clasificarnos para Europa y ya son muchos años de forma consecutiva.
Pero para todo hay puntos medios, para todo, y no esbozar siquiera una sonrisa, o verle a todo una parte negativa maligna, es que no lo termino de ver.
Aunque ya lo que me saca de quicio es cuando esos mismos, que como todos sabemos están muy localizados también, se permiten el lujo de insultar y faltar al respeto a aquellos que no lo vemos igual, que estamos al menos aliviados porque el incendio se va alejando, y no nos estamos fustigando con cosas que, simplemente, ahora mismo no pueden ser por muchos motivos que deberían estar claros, pero que obviamente no lo están.
Y esa sensación de intentar mantener vivo el caldo de cultivo de guerra y enfrentamiento, esperando el momento adecuado para encender otra vez la llama, no me parece correcto. Y tampoco útil, porque ya hemos visto que en estos años, con esta técnica, no se ha conseguido absolutamente nada. Pero nada.