Cuando nada nos viene bien en el entorno del Valencia

Da igual lo que pase o lo que se haga, porque justamente queríamos lo contrario, y si se nos da, pues también lo contrario

Toni Hernández | 10 MAR. 2025 | 00:04
Valencia CF

Algunos están dejando claro que el Valencia no les importa, que sus intereses van por delante. Y que con Peter Lim, por más que digan, viven muy bien. Porque son alguien, tienen notoriedad, aparecen en los medios, dan “lecciones” de valencianismo y, por el mismo precio, se permiten el lujo de señalar y perseguir a todos aquellos que no piensan igual, quienes, dicho sea de paso, cada vez son más y mucho menos silenciosos que estos años atrás. 

Nadie le da ningún privilegio a Peter Lim, sino al Valencia. Ya sé que esto es duro de asimilar para algunos, cosa que tampoco entiendo, pero la verdad sólo tiene un camino y es este. No voy a entrar en que si unos han perdido y otros han ganado porque aquí el que sigue yendo abajo en el marcador es el Valencia, con lo que los intereses particulares de unos y otros me dan igual. Simplemente miro lo que tengo delante, algo que se hace bastante poco.

Se repite mucho el error, hasta la saciedad se busca confundir al máximo accionista con el club. Y no, no es así. Podéis pegarle todas las vueltas que queráis y quedar como ignorantes, eso ya que lo elija cada cual. Dije hace más de un año que María José Catalá tenía claro que el campo se debía acabar y que para eso había que dejarse de milongas, y así ha sido. ¿Que luego se ha cabreado mucha gente con otros intereses?, normal.

Para el primer caso, lo siguiente. El “debate” no sólo llega dieciocho años tarde sino que además es IMPOSIBLE por diversos factores. Durante ocho años no vi a nadie del antiguo equipo de gobierno sacar esta bandera. Desde 2006 el único camino es el Nuevo Mestalla, se quiera o no. Y esto no quiere decir que unos quieran más al actual campo y otros menos. Y para lo segundo, esto. Si la ciudad exige un campo, que la ciudad pague un campo. Porque al Valencia no se le ha regalado nada, pero nada de nada, y se ha dejado 150 millones de euros en el que debe ser el futuro campo. A ver si empezamos a respetar un poco más el dinero privado y somos menos espléndidos. Y a ver si cuando se mande se es más generoso con el público gastándose donde se exige hacerlo precisamente cuando no se manda.