El fútbol no espera a nadie, y el Valencia no debería hacerlo con Mamardashvili
El georgiano ha tocado fondo, lo del Valladolid supera cualquiera cosa vista, y hay que tomar decisiones en un sentido o en otro

Si el Valencia no tiene portero, no se puede salvar, es imposible. Lo de Giorgi Mamardashvili después de la lesión no es ya un mal momento de forma o de gracia, que todo puede ser en el fútbol, es algo mucho más profundo, que se claro semana a semana, pero que está tomando tintes dramáticos. Lo del Valladolid no es sólo un error, es mucho más que eso, y nos pudo costar un partido que estaba dominado y que era media Liga por todo.
El georgiano no está, por lo que sea, pero no está. Y el Valencia lo está pagando carísimo, porque a todas las carencias que tenemos y conocemos, tenemos que unir esta, que era algo con lo que no se contaba porque dábamos por hecho que la portería era un seguro, y resulta que todo lo contrario. Es imposible lograr la permanencia si cada tiro a puerta del contrario es gol, y si cuando ellos no tiran, la jugada se la regalas tú mismo...
No seré yo quien le diga a Corberán lo que tiene que hacer, pero algo debe pasar. No sé el qué, doy mi palabra, porque quitarlo ahora tampoco tengo claro lo que podría suponer para todos. Pero el fútbol no espera a nadie, lo hemos dicho y visto muchas veces, y el Valencia está esperando a Mamardashvili en el peor momento posible. Quedan 11 partidos para acabar esta pesadilla, y si no tenemos su mejor versión, va a ser mucho más complicado.