La curiosa forma de endosar los fichajes del Valencia

Aquí nadie va a defender a Corona, que cada palo aguante su vela, pero resulta curioso ver cómo se reparten responsabilidades

Toni Hernández | 11 FEB. 2025 | 00:01
Miguel Ángel Corona

Cuando los fichajes del Valencia salen bien los hacen unos, y cuando salen mal, los hace Corona. Desde hace unos años esto viene pasando de forma sistemática, sin fallo, y en este mercado de invierno hemos asistido de nuevo a otro momento culminante de todo este proceso. Cuando Max Aarons llegaba cedido de la Premier League era porque Corberán, que así era, lo conocía perfectamente. Cuando hemos visto que le queda un mundo para estar en forma, ya era de Corona de nuevo.

Dani Gómez, Valera o Caufried son de Corona, por supuesto, y lo de Mir se lo reparten entre él y Baraja. Y Luis Rioja es del Espíritu Santo, que pasó por aquí una tarde y lo dejó en la puerta. Si Sadiq e Iván Jaime salen bien serán de Corberán, o de nuevo del Espíritu Santo, y si salen mal, ya sabemos que el único responsable será Corona.  Lo mismo que el futuro de Dimitrievski. Y repito, esto es algo que pasa desde hace años.

Mamardashvili tiene múltiples padres, porque yo he leído varias versiones sobre quién y cómo llega al Valencia, pero Corona no está en ninguna de ellas, dicho sea de paso. ¿Qué pretendo decir? Lo mismo que toda la vida, que los fichajes son del Valencia, todos, y que unos salen bien y otros salen mal. Y que aunque Corona hace algo rematadamente mal, defender lo indefendible, al final es el director deportivo con menos recursos y potestad de la historia reciente del club.