Demostrar que el partido del Valencia contra el Madrid no fue un espejismo
Aunque no se ganó, se hicieron cosas bien, se compitió y se estuvo muy cerca de sumar, y eso es ahora el camino a seguir
El partido del Valencia contra el Madrid fue, al menos durante media hora, el mejor del año. Luego nos pasó lo de siempre, movimos el banquillo, el rival lo mismo, y ya sabemos cómo acabó todo. Pero de esos, al cabo del año, hay muchos menos que más, y el resto de rivales, la gran mayoría, o son como nosotros, o un poco mejores, tampoco una barbaridad.
Vamos a un estadio difícil, que no se nos da casi nunca bien, aunque ganamos el año pasado, y encima con la necesidad de ganar para empezar bien el segundo tramo de la temporada. Pero cogiéndonos a lo bueno que tuvo el encuentro contra los blancos, que contó con cosas positivas, si no perdemos la forma de competir como animales, corriendo hasta desfallecer, y luego no bajando el ritmo cuando Corberán toque al equipo, tenemos opciones de hacer cosas en este estadio.
Hace semanas que repito que el rival no es lo más importante, porque el problema principal somos nosotros, y lo sigo manteniendo, ya que nada de todo eso ha cambiado hasta la fecha. El nuevo entrenador tiene ese reto, que es el mayor que tiene, por encima de todo el resto del discurso, que está bien, pero que no es para enero sino para verano, cuando tengamos todo el año por delante.
Quiero ser optimista, que no lo soy, y quiero ver las cosas de un modo que no me deprima, que no lo consigo de momento, y eso pasa por estirar esa gran media hora frente al Madrid en cada partido. “Nada más”.