Un problema en el Valencia que va más lejos de lo psicológico
Por mucho que el técnico y los jugadores insistan en la unión y en lo mucho que resta por jugarse, el Valencia ha entrado en un agujero negro y no se encuentran recursos futbolísticos
El sábado se vivió la enésima decepción del Valencia y en rueda de prensa el momento más desesperado de Rubén Baraja. El técnico está superado, el club no le ha dado herramientas pero a día de hoy ha perdido la perspectiva de la situación. El equipo no reacciona y los resultados son injustificables, Baraja habla de que existen esperanzas de lograr el objetivo (un objetivo, el de la permanencia, ridículo de por sí para el Valencia CF). Pero es que la clasificación señala un escenario que semana a semana se complica, pocos pueden confiar ya en que sin cambios drásticos este grupo pueda salir de las tinieblas en las que se ha metido.
Dentro de los numerosos datos que dan la espalda a Baraja, existe un detalle clave que indica la poca capacidad que tiene el Valencia para levantarse. Los de Baraja han ido en ocho ocasiones por debajo en el marcador durante esta campaña, en esos partidos no se pudo lograr ni un solo punto. Se puede hablar de poca confianza y aspectos psicológicos, pero cuando algo se repite tantas veces y ante todo tipo de rivales es que el problema está en los argumentos futbolísticos.
La plantilla es muy justa pero lo visto en el campo en los últimos encuentros no se puede justificar de ninguna forma. Lo peor es que ya se ha activado la alerta roja de verdad, hay poco margen de maniobra y las decisiones pueden llegar demasiado tarde. Un cambio de entrenador no garantiza la salvación pero buscar una alternativa es el único camino viable en este momento crítico.