El Valencia sigue tirando todo el trabajo lejos de Mestalla

El Valencia buscaba en Mallorca confirmar que su recuperación liguera no era flor de un día. Baraja repetía once, que no es algo habitual este año, y hasta viajaba Rafa Mir, aunque no fuera a jugar. Enfrente un equipo bien hecho, en forma, y que está haciendo un gran año. El partido era denso, desde su inicio, con ambos equipos sin tomar especialmente la iniciativa, mucho juego contemplativo… en definitiva, un encuentro aburrido pasado el primer cuarto de hora. La idea era la de siempre: defender muy bien, sin errores, y salir rápido buscando la espalda rival. Hubo un par de intentos claros, especialmente en el 21, pero el remate de Diego se marchaba muy desviado. En el minuto 29, balón parado a favor, centraba Gayà y el balón daba claramente en la mano de Mojica.

El colegiado no pitaba penalti, aunque el VAR lo llamaba para revisar… y señalaba la pena máxima. Rioja era el encargado de lanzarlo en ausencia de Pepelu, y el sevillano hacía el 0-1 en el 32. Los locales, después del gol, se lanzaron a buscar el empate, y ahí era donde había que crecer. En el alargue, el Mallorca empataba en una jugaba rápida que no defendíamos bien, otra vez, y aunque el VAR revisaba un posible fuera de juego, finalmente el tanto subía al marcador. No nos puede pasar siempre lo mismo… Con eso acababa el primer acto.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con una primera acción ofensiva que terminaba en disparo alto de Enzo. El encuentro seguía denso, sin dueño, aunque lo cierto es que no se le perdía la cara y se jugaba duro por parte de los de Baraja. Eso que lejos de Mestalla nos ha faltado tantas veces. A balón parado, y esto es curioso, le seguíamos generando problemas a los locales, y es que con los hombres altos que tenemos, lo que toca es poner buenos balones. Pasado el minuto 70 era momento de cambios y ver si ese era el diferencial del encuentro.

En el 74 entraban al campo Valera y Pepelu, y se marchaban Rioja y Javi Guerra. No cambiaba gran cosa salvo la frescura física. Ellos también movieron el banqulllo… y de ahí vino el 2-1. Un centro lateral, otro, que Abdón remata ante la mala salida de Mamardashvili. En el 83, el Pipo metía a Almeida y Dani Gómez por Yarek y Enzo, buscando quemar las naves. En el 89 la tenía Dani Gómez después de una gran jugada de Gayá, pero el madrileño remataba muy mal con todo a favor. Hicimos muy poco después del 2-1, y un partido que no se debía perder… se perdió.