Volver a hablar del Valencia aunque no tengamos ganas
Es duro, es muy duro, y no hay cuerpo por mil cosas, pero es algo que tenemos que volver a hacer cuanto antes
No tengo ganas de hablar del Valencia, pero quiero hablar del Valencia. Son muchos días sin decir nada de fútbol, sin compartir esa pasión con nadie, sin tener el sufrimiento por la Liga, los cabreos por Peter Lim (¿veis como este señor no es tan importante?), el entorno en guerra… y claro que lo echo de menos.
Y más por la causa que nos ha hecho que hablemos de ellos, que es este maldito fango que tenemos por todas partes y que nos deja derrengados cada día cuando acabamos de pelear con él.
Sí, no me apetece hablar del Valencia pero al final es sano, es vida, es una manera de encauzar muchos de nuestros sentimientos, y aunque repaso de reojo todos los días lo que pasa, que andamos aún con lesionados, que la plantilla está de 10 ayudando a todo el mundo.
Y que el club está más que a la altura de lo que está pasando, necesito mi día a día, nuestro día a día, porque sin eso es como si nos faltara algo básico para poder respirar. Y creo que después de todo esto, de lo que estamos viviendo y sufriendo, el fútbol, el Valencia, nos va a hacer mucho bien a todos, pero absolutamente a todos.
Hace falta tanto como conseguir que se vaya el barro y ese olor que se te mete en las entrañas hasta los más profundo. Os echo de menos a todos, hasta los que más caña me metéis, porque daría por buenas mil broncas por haber salvado una sola vida.