El Valencia empata en Getafe, pero le sigue faltando mucho
El partido fue cerrado, mucho, con infinidad de faltas, tarjetas para nosotros, y encima sin ese punto de suerte que siempre hace falta

Getafe - Valencia, en la jornada 11, para intentar salir… del farolillo rojo. El año del equipo está siendo algo muy complicado de asimilar, y se dan estas circunstancias. De nuevo 3 censales, debut de Caufried, Gayà titular, y en juego muchas cosas. El equipo salía intentando generar peligro por la izquierda, con el capitán y Rioja, algo que no se había podido dar hasta el momento. Pasado el 10, eso sí, las dos mas claras, muy claras, eran del equipo local, con dos centros al área, rematados, y no fueron gol por muy poco. En el 19, pudimos macar después de un error de la zaga local, similar a la de Las Palmas, pero no llegamos a tiempo y Soria, con algo de fortuna, atajó el peligro.
Era lo más peligroso en todo el partido. Pasada la media hora el juego era denso, mucho, sin que hubiera un dueño claro, y con el partido pidiendo a alguien con criterio con el balón. Y en el 35, tras un saque de esquina, Barrenechea, en el segundo palo, igual que el día de Las Palmas, llegaba franco al remate, y esta vez, sí lograba rematar para hacer el 0-1. Parecía claro que el encuentro sólo podía cambiar así, y nos había salido cara esta vez. En el 44, Mamardashvili hacía una gran parada en una muy clara suya, la jugada desembocaba en una contra nuestra muy clara, pero a Javi Guerra se le apagaba la luz y se atragantaba de balón. Al descanso 0-1, y eso era, de largo, lo mejor del duelo.
La segunda parte empezaba sin cambios, pero a los 52 minutos se daba otra lesión, en apariencia grave, y esta vez de Thierry Rendall, que se marchaba en camilla y llorando, y con una muy mala pinta. Todo muy trabado, ellos buscando empatar como fuera, muchas amarillas, sobre todo para nosotros, un disparo al palo de Arambarri en el 60… Los cambios del Pipo iban en busca de aguantar el resultado como fuera por un lado, y meter piernas por otro, y así, como es lógico, el equipo iba dejando espacio al rival intentando generarlo en campo contrario.
Luis Rioja también se tenía que marchar lesionado en el 74, y todo se complicaba un poco más. En el 83, Enzo y Diego se iban del campo, y entraban Hugo Guillamón y Fran Pérez. Pero en el 87, en una jugada de rebotes dentro del área, un remate local se estrellaba en la mano de Caufried, y se pitaba penalti. Arambarri hacía el empate y aún faltaba tiempo. En el 94, después de un centro lateral, Mamardashvili salvaba el 2-1 que ya se cantaba en el estadio. Era un asedio total a nuestra meta. Y hasta ahí dio el partido, porque no hubo tiempo para más. Un empate con el que sumas... pero poco.