El Valencia siempre es la excusa, porque realmente, a algunos, no les importa
Lo podemos ver de forma clara en cualquier tema, y encima sin ningún tipo de rubor por parte de determinados sectores

El Valencia es un medio para conseguir un fin. Al menos para algunos, muy localizados, muy identificados, pero que por algún extraño motivo siguen teniendo eco dentro del entorno. Lo hemos podido comprobar de primera mano durante años en asuntos como el Nuevo Mestalla, donde los intereses particulares iban muy pro delante de los generales, pero como dijo alguien muy importante en el mundo del fúbol hace casi 30 años, "la diferencia está en los pequeños detalles".
Lo que ha pasado en los últimos días con el aficionados valencianista y su mujer en Singapur, al margen de las mil versiones distintas que se daban de los mismos hechos, ha dejado bien claro de qué pie cojea cada uno. No me escondo, un tipo que me ha insultado como un salvahe me merece poco respeto, pero dentro de eso, que esté en su casa y no en un país dictatorial, donde por aparcar en doble fila te pueden condenar a cadena perpetua, como decía mi querido Jesús Barrachina.
Pero desde el primer momento, ninguna opinión, porque es obvio que eso no ayuda. Y ahora sólo hay que mirar aquellos que han primado sus discursos y sus relatos incluso a la petición de la propia familia, que pedía el cese de ruido mediático. Los que han seguido con la cantinela son aquellos que tienen en el Valencia un medio para conseguir un fin, que para cada uno será distinto, pero que no tiene nada que ver con lo mejor para la entidad.