Empezar a ver “cosas raras” en el comportamiento de Baraja no tiene sentido

No está en guerra con nadie, sólo quiere hablar de fútbol, y como cualquiera, está harto de que eso pase muy poco

Toni Hernández | 30 SEPT. 2024 | 00:01
Rubén Baraja

Baraja no va contra la prensa que sigue al Valencia. Vamos a dejar claro este punto, porque veo mucho comentario que va dirigido en sentido contrario, y al margen de que no es cierto, no dejo de intuir cierta segunda parte en ello. Yo entiendo que hay que gente más joven que yo ahora mismo en el periodismo deportivo, en primera linea.

Algunos, posiblemente, no coincidieron con Baraja como jugador, que se retiro hace más de 14 años, y posiblemente no estuvieran en una rueda de prensa suya, o no le hicieran nunca una entrevista. El Pipo siempre ha marcado una linea clara entre dentro y fuera, entre equipo y lo que no es equipo, y eso no lo ha roto nunca. No filtraba, no rajaba, no señalaba y no generaba problemas. Nunca. Partidario absoluto de lavar siempre los trapos sucios en casa.

Y eso, insisto, puede que sea algo que los que están ahora en el día a día, no lo tengan en cuenta porque no lo han vivido. En el año y medio que lleva al frente del equipo, se ha escuchado y leído de todo, y de todo es de todo. Y nunca, jamás, ha salido con una bofetada dialéctica a nadie.

Algún calentón, seguro, pero nunca nada más allá. Si nosotros, los periodistas, nos pasamos la vida metiéndole el dedo en el ojo, que la final es lo que ocurre, es muy posible que alguna vez no le venga bien esa incomodidad. A mí no vendría bien, vaya.

No hemos hecho el más mínimo esfuerzo por empatizar con él. Ensalzándolo de forma desmesurada en las victorias, y matándolo de igual modo en las derrotas. Diciendo que somos una banda de plantilla, pero al mismo tiempo insistiendo en que se podía hacer más con el grupo. Todo siempre muy contradictorio, muy raro, muy extremo.

Cuando hace muchos años dijo aquello de “el entorno me chupa un huevo”, lo dejó claro, aunque siempre se ha explicado mal. La pregunta del periodista, que no recuerdo quién era, fue a mala leche, a mucha mala leche, y puso al aficionado de por medio. Y el Pipo dejó claro que lo importante es lo que pasa dentro, y no lo que dicen fuera que pasa. Y eso, llevado al plano de entrenador, le hace ser como es, ni más ni menos.