Un Valencia terrible es derrotado por la Real Sociedad

Una primera parte horrorosa dio paso a una mejora en la segunda, pero es que con eso no nos da para competir mínimamente

Toni Hernández | 28 SEPT. 2024 | 19:20
Valencia CF

Que el Valencia ganara su primer partido fuera a la Real Sociedad cotizaba alto, mucho, porque pocos confiaban en ello. El Pipo rotaba, metiendo a Foulquier y Guillamón, algo muy criticado en redes, y la vuelta de Duro al once. Era el tercer partido de sábado a sábado, y cómo estaban las energías sólo lo sabía el entrenador. Pero el equipo, que no salió mal, concedió mucho, y pronto, y en una jugada por la derecha en el minuto 7, en la todos iban muy sueltos, Rioja no hace la cobertura a Jesús hacía el 1-0. A remar y muy pronto, como siempre fuera de casa.

El partido, desde ese momento, fue algo extraño, porque la Real dejaba al Valencia pisar campo rival, y nosotros no terminábamos de hacer daño, porque no había tiros a puerta llegados al minuto 25. Justo en ese minuto teníamos la primera, con un remate de Mosquera a la salida de un córner que paraba el portero. Esa acción volvió a marcar otro parón en el juego, pero con la sensación de que ellos iban más. En el 36, el Pipo dejaba claras muchas cosas, sacando del campo a Jesús y metiendo a Thierry. Y no había problemas físicos. En el 37, en un balón parado, el larguero nos salvaba del segundo, aunque algún realista parecía estar en un fuera de juego que no pito nadie. Poco, o más bien nada, hasta el final, salvo un Baraja muy cabreado, pero mucho, y con toda la razón del mundo.

La segunda parte empezaba sin cambios, algo que sorprendía, y la “buena noticia” es que sólo podíamos mejorar, porque lo visto en el primer acto fue muy duro, pero mucho. Salimos de nuevo bien, y en el 47, una aproximación peligrosa no dejaba solo ante el portero a Duro por muy poco. En el 53, de nuevo asomábamos al gol, con un trallazo de Pepelu que Remiro paraba de una forma magistral. Muy muy clara. El partido estaba más igualado, y lo cierto es que quizá pedíamos otro cambio, alguien más en el centro del campo, no partirnos tanto, porque no estábamos mal. En el 61, Baraja daba paso a Dani Gómez y Sergi Canós, y se marchaban Diego López, fundido, y Javi Guerra, demasiado poco importante.

En el 64, después de otro córner, Tárrega entraba solo, el balón no lo impacta bien, y cuando se cantaba el empate, el balón se iba fuera. A falta de 25 minutos, la sensación era que, con un poco más, se podía rascar algo. Entrando en el último cuarto de hora, y el equipo pidiendo energía, la Real podía matar en una doble oportunidad, pero primero Mamardashvili y luego un remate alto, lo evitaban. En el 76, Pepelu y Guillamón, ambos mal, salían por Almeida y Barrenechea, cambiando todo por completo para el tramo final. Y cuando todo apuntaba más al empate que al 2-0, falta lateral a favor que no sacamos bien, y la Real lanza una contra que termina en el segundo. Cuando vas sin margen de error, te puede pasar. Canós podía reducir distancias en el 84, pero su disparo se iba fuera. Coletazos intentando la heroica. Y con el equipo volcado, o lo que fuera, llegaba el tercero de la Real en el añadido. Un desastre se mire como se mire, y otro palo muy duro para todos.