Cuando en el Valencia cada problemas es peor que el anterior
Admito que me da miedo decir, ni tan siquiera pensar, en la frase "qué más nos puede pasar", porque estoy seguro que ocurrirá algo peor

¿Qué más le puede pasar al Valencia? Dicho así, mi mente lo admite, porque es una pregunta, por desgracia, mucho más que razonable. Todo lo que viene ocurriendo desde hace semanas ha sido como una mascletà, es decir, fuerte al arranque, buen ritmo durante el desarrollo, y un estruendoso final con el asunto de Rafa Mir. ¿Final? Esa es la duda, porque estando como estamos, no seré yo quien diga que no nos puede pasar nada más.
Llega un punto en el que da miedo coger el móvil por si hay mensajes que son una bomba, porque eso está pasando, o encender el ordenador para ver si ha ocurrido algo... Porque suele ocurrir, y no especialmente bueno. Y me pongo en la piel sobre todo de Baraja, por muchas cosas, y no puedo empatizar más con él, porque este año no le toca hacerlo bien, este año, de verdad, empieza a ser necesario una especie de milagro, y eso, en el fútbol...
"Huele a cadáver", me decía un amigo el martes por la mañana, y la verdad es que todo lo que pasa aquí sucediera en otro lugar, es posible que yo también pensara lo mismo. Pero es el Valencia, mi Valencia, nuestro Valencia, y eso no puede pasar, de ninguna de las maneras se puede dar. Esta locura de cosas tiene que parar, porque no es normal, y ser simplemente un club de fútbol, que ahora mismo parece algo casi imposible, y no tiene razón de ser.