Valencia, ser sede del Mundial, el Nuevo Mestalla y el Valencia de Lim
Hemos querido jugar a mezclarlo todo, el resultado ha sido peor que malo, y ahora toca hacer limpieza a conciencia de todo

El Mundial 2030 y el Nuevo Mestalla eran como a una torta y un pan. Y el que no lo ha querido ver en este tiempo, tiene un problema, que veo que se le va a hacer largo. Eran, y son, dos cosas muy distintas, que pueden haber tenido un recorrido en paralelo, pero nada más. Y que se hayan querido convertir en una sola puede que sea de lo poco de lo que no tenga la culpa de verdad Peter Lim, porque al final, fue cosa de los políticos. De algunos.
El campo hay que terminarlo desde que se paró, en febrero de 2009, y por aquel entonces, no había Mundial ni nada por el estilo. Lo que ocurrió en aquel tiempo fue una crisis brutal que se llevó todo por delante, y lo que se pretendía ahora era que se volviera, en todo su esplendor, a lo mismo que hace 15 años, que todos sabemos que es imposible. Pero era muy divertido hablar de los asientos, el parking y demás cosas que no aportaban nada, pero que quedaban muy bien.
Los que saben me insisten en que todavía no está todo perdido, pero sí muy complicado. Pero si necesitamos culpables para poder respirar, Lim es uno de ellos, claramente. Y los que no obligaron al máximo accionista a comprometerse por escrito a terminar el campo, los que no decidieron retardarlo todo y politizarlo, los que han exigido acabar el estadio (con razón) y ahora claman por no irnos del Nuevo Mestalla, los que han torpedeado todo siempre... Entre todos la mataron, y ella sola se murió.