No podemos poner tan difícil el ser del Valencia

Todo se hace muy complicado, siempre cuesta arriba, como si no fuese posible, simplemente, disfrutar de ser valencianista

Toni Hernández | 09 JUL. 2024 | 00:02
Valencia CF

Ser del Valencia es muy complicado, al menos en estos tiempos que corren. Y es difícil a nivel mental, no emocional, porque los que son/somos, los somos/seremos hasta el día que nos vayamos de este mundo, eso no lo cambia nadie. Pero hay demasiadas situaciones que generan agotamiento y un desgaste que no tienen sentido, que no deberían darse, y que no ayudan a nada ni a nadie, porque más bien responden a intereses particulares que generales del club. 

Sí, ser del Valencia, y activista, es muy complicado en los días que corren, porque ha calado ese discurso belicista del que hemos hablado tantas veces, y no existe el espacio para poder ser valencianista, sin más, con la única ambición de ver jugar y ganar a tu equipo, sin más pretensión que esa en el corto plazo. Porque entre otras cosas, esa es la que realmente depende de alguna manera de nosotros, y no de terceros que ni siquiera viven aquí.

Estamos más por la pelea, por el hecho de esa fantasía de “echar a Lim”, porque sin dinero es eso, una fantasía. Llamando a los políticos a gritos cuando queda claro que aquí nadie se rasca el bolsillo, pero echándonos las manos a la cabeza cuando vemos que en agosto, igual, la caducidad de la ATE y el circo que se montó no valen para nada. Cuando confundimos de forma perniciosa a Meriton con el Valencia y llegamos a justificar que algo que es malo para el club no lo es tanto porque puede ser malo también para la propiedad. Creo demasiadas veces que hemos perdido el norte y los papales, y como ahora ya nos vamos atreviendo a decirlo, es cuando llegan los problemas.

Y nadie me va a convencer de que ser del Valencia es mucho más sencillo, pero mucho más. Porque esta semana recordaba la final de Copa de Sevilla de 2022, y las experiencias vividas con mi hija aquel fin de semana, que no se nos van a olvidar nunca, y eso que perdimos. Aunque volveremos, claro que volveremos, porque nosotros, siempre volvemos.