El proyecto del Valencia y las garantías de futuro

Empiezan a salir a la luz los primeros nombres, va a ser un verano largo y cargado de rumores. De momento las posibles renovaciones ocupan la actualidad, incluida la de un Baraja que se ha ganado a pulso la continuidad. Renovar al técnico sería un voto de confianza para el entrenador y un paso del club en defensa de Rubén Baraja, sin embargo no está tan claro que la propiedad confíe al 100% en el técnico. Baraja siempre ha nadado entre la equidistancia, no se ha mostrado crítico con el club y esta actitud ha molestado a los más críticos.

Pero todo el entorno sabe que el entrenador del Valencia no está contento con la política deportiva, le gustaría haber llegado al club en otra situación y es conocedor de la dificultad de trabajar en estas circunstancias. Al margen de su posible renovación lo más preocupante es que el técnico va a tener poca voz a la hora de elegir los fichajes y descartes, incluso la dirección deportiva está demasiado maniatada y el escenario se reduce al OK de Peter Lim, el máximo accionista se conforma con minimizar pérdidas y está muy alejado de apostar por lo deportivo.

No hay garantías de futuro y nuevamente se partirá con una plantilla de mínimos que en el mejor de los casos no sufrirá. Una triste realidad que solo podrá salvar la progresión de los jóvenes y la implicación total de la plantilla y el cuerpo técnico. A la falta de gol se puede unir un problema grave en la portería si Mamardashvili abandona el club, de nuevo volvemos a la ausencia de garantías que recibe el entrenador para poder trabajar en el camino de ser competitivo.