Confiar en Baraja y su trabajo en el Valencia

¿Qué significa confiar de verdad en el trabajo de Rubén Baraja al frente del Valencia? Porque al final es muy sencillo hablar bien de él cuando ganamos un partido, y ponerlo todo en cuestión cuando no se hace. O decir de forma constante que ha hecho un milagro entre este año y el pasado, que lo ha hecho, y luego tomarnos como un fracaso el hecho de que el equipo, tal vez, no termine en puestos europeos a final de temporada.

Son unos contrastes demasiado fuertes, muy acusados, que no tienen demasiada base real, porque al final nos frustramos por la posición en la tabla al grito de ¡somos el Valencia!, y con eso no se ganan partidos, al menos no los que hacen falta para poder estar entre los mejores.

Hasta la fecha, los que van delante son mejores que nosotros, tienen más plantilla que nosotros, y el hecho a destacar es que andamos por encima de varios que, en teoría, son más fuertes, pero que no están pudiendo con el Valencia del Pipo. Si él cree en determinados jugadores, y puede equivocarse porque nadie es perfecto, lo que no podemos hacer es poner en cuestión esas decisiones cuando haya resultados que no sean los que queremos.

Lleva pasando todo el año, de forma más acusada en las últimas semanas, en las que posiblemente hemos dado por hecho que se iba a Europa, como si eso fuera fácil para este grupo de jugadores, para estos niños que han hecho una temporada muy por encima de lo que esperábamos todos, que aquí se olvida que nos dábamos como candidatos firmes a bajar, y eso este año no ha estado ni cerca. Si confiamos, confiamos, aunque eso pueda suponer errores, que esa parte también existe en el mundo del fútbol, porque acertar todo es básicamente imposible.