La crítica constructiva que sí ayuda al Valencia CF

Nadie puede negar el enorme trabajo que ha realizado la plantilla y el cuerpo técnico para mantener al equipo a flote. Mientras el club se desangra en el apartado social los jóvenes han conseguido crear algo de unión y la afición ha sabido separar por momentos las protestas a la propiedad del apoyo a a los jugadores. El Valencia no sufrirá y por ello no se verá una exigencia exacerbada hacia los hombres que poco a poco han ido asentándose en el primer equipo; sería injusto que apareciera.

Pero dentro de este reconocimiento también habría que actuar con pedagogía cuando las cosas no se hacen bien. La juventud no puede ser la permanente excusa para justificar actuaciones que estuvieron por debajo del mínimo exigible como las de las tres últimas salidas. Lejos de Mestalla el Valencia no tiene un plan y los cambios aportaron realmente poco a la hora de levantar marcadores adversos (o en el caso del partido en Las Palmas aspirar a ganar). Ser jugador del primer equipo del Valencia también conlleva una exigencia que en el marco actual a veces se olvida.

La imagen ofrecida ante el Real Madrid dista mucho de la que se vio en otros partidos y así hay que exponerlo. La condescendencia gratuita no ayuda al crecimiento de los jugadores, no se trata de señalar pero el propio Baraja es consciente de que algunos de sus futbolistas podrían ser más regulares. Queda el tramo final de liga y la noticia más triste sería que el Valencia se desenganchara de toda lucha y olvidara los valores que le han permitido tener una campaña tranquila.