Rubén Baraja, entrenador del Valencia, y Meriton

El entrenador del equipo, a poco de cumplir un año en el banquillo, se cada día más una estatua en la puerta de Mestalla

Toni Hernández | 01 FEB. 2024 | 00:01
Rubén Baraja

Rubén Baraja es la mayor lotería que le ha tocado a Meriton en el Valencia. Un Gordo de Navidad en toda regla, porque es imposible encontrar a alguien más válido a nivel profesional y que tenga la misma implicación y sentido de pertenencia que el Pipo. No lleva un año en el banquillo de Mestalla, y tiene para escribir un libro, o varios, con cosas que hemos visto, otras que hemos intuido, y algunas que ninguna de las dos, que casi mejor.

Estar siempre contra las cuerdas por el fuego amigo es algo de locos, sin sentido, que no se puede soportar a nivel mental. La otra gran suerte es que Rubén tiene la cabeza muy bien amueblada desde hace muchísimos años, y eso le permite aguantar situaciones extremas, aunque como a cualquier mortal, le van haciendo mella, que nadie es indestructible.

Lo de Paulista era un marrón, otro, porque si estaba en la plantilla lo iba a poner en caso de estar en condiciones, y nadie, que sepamos, le había dado la orden contraria. Porque en caso de ser así, de hacerle obligado, se habría ido. Porque lo que ha conseguido, que el vestuario sea un solo hombre, se consigue siempre desde el respeto absoluto, y caer en eso habría sido perderlo de golpe. Que el jugador se haya marchado, desde el punto de vista de una tensión máxima, ha sido bueno para todos.

Pero volvemos a lo de siempre: una salida que no se esperaba ya, de un titular que además es capitán, y que no tiene recambio en el mercado. Y allí estará de nuevo el Pipo, intentando que no se generen más incendios, que su plantilla siga fuerte y unida, pero mirando de reojo a su alrededor por si vuelve a pasar algo que no está en la hoja de ruta. Eso, día tras día, resulta muy duro, imposible de digerir, y te acaba comiendo por dentro como el peor bicho que puedas imaginar. No sabemos la suerte que tenemos con Rubén, y Peter Lim, menos.