La bola mágica con la que algunos ven el futuro del Valencia… cuando ha pasado

Cuando sea mayor quiero una bola mágica como las que tienen algunos en el entorno del Valencia. Esa que les permite saber todo lo que va a pasar, pero cuando ya ha sucedido. La que les da varios escenarios, todos ellos apocalípticos, claro, y cuando sucede alguno, que no es siempre, ellos ya lo sabían.

Esa bola que además tiene sabiduría selectiva, porque por empleo, no avisó de nada a nadie en 2006 con el Nuevo Mestalla ni habló de la mística o la verticalidad del actual (que supongo que sería porque por aquel entonces le llamaban aún el bunyol de Paco Roig), ni tampoco que Peter Lim iba a ser lo que ha sido en 2014.

Que ya es mala suerte que de esas cosas no dijera nada, pero oye, se ve que la bola tiene autonomía para decidir cuándo se manifiesta.

Porque muchos de los que ponen el grito en el cielo ahora por algunas cosas son los que defendían la postura contraria como si les fuera la vida, y porque cuando se presentó el futuro estadio no había redes sociales, porque en ese caso nos echaríamos unas risas de padre y muy señor mío, tipo las del proceso de venta, que cuando se rescataron mensajes de esos tiempos, algunos eran tremendos.

Quiero esa bola mágica, porque tiene que ser súper divertido jugar con ella, y al mismo tiempo emocionante, porque siempre acabas teniendo razón y no te equivocas nunca. Qué maravilla, de verdad.