La ambición de Baraja y el miedo en el entorno del Valencia

"Mi ambición pasaría por tener la posibilidad de entrenar a un Valencia que estuviera por los puestos de privilegio. Para eso el propietario tiene que estar en la misma línea y ambición: de querer mejorar al equipo". Baraja quiere hacer grande al Valencia, otra vez. Y eso nadie se lo va a quitar de la cabeza, lo mismo que el hecho de ser algún día su entrenador, lo que muchos daban por imposible… y que ahora, gracias a Dios, es una realidad.

Este año era de transición, muy complicado, en el que se arriesgaba tanto como en el anterior, pero que tenía que ser so, transición. A ver qué pasa de aquí al final, pero es obvio que objetivo debe subir año a año, y para eso, como bien dice el Pipo, el dueño debe estar en sintonía, porque en caso contrario no hay nada que hacer. ¿Le está retando? No, ¿para qué?

No tiene nada que ganar, porque lo ha ganado todo en todos los sentidos, y perder, bueno, perdería disfrutar de este momento e intentar llevar a “su Valencia” donde pretende. Se trata de dejar claras las cosas y los pensamientos, y de decir, sin miedos ni estridencias, lo que se pretende, porque eso también es fútbol, y el aficionado lo agradece, vaya que si lo agradece. Rubén quiere crecer, nosotros queremos crecer, el Valencia necesita crecer. Ahora falta que Peter Lim lo entienda, que es lo más complicado de todo, de largo.