Los cambios de humor en ciertos sectores del entorno del Valencia

El entorno del Valencia es muy difícil, no más que cualquier otro en el mundo del fútbol, pero lo es, y como encima es en el que vivimos, realmente es el único importante. Que en este deporte mandan los resultados es algo tan evidente como que es en uno de los pocos sectores en el que se pueden hacer las cosas muy mal, y que salga bien, y hacerlas muy bien, y que salga todo mal. Porque la pelota es la jefa, la que decide el destino, y también, los estados de ánimo.

Hoy en día vivimos en un estado de tensión alto, que eso sí, se ha rebajado de forma más que considerable en los últimos tiempos por varios factores. El primero es que se han generado expectativas imposibles de cumplir, cada uno sabrá lo que dice, y el segundo es que, deportivamente, y sin tirar cohetes, estamos en la mejor situación de los últimos 4 años. Que es duro para un club como el nuestro sin duda, pero eso no quita que sea lo que tenemos delante.

Me pregunto la razón por la que se hace el silencio es momentos buenos, y justo cuando arrancan los malos, se alzan las voces como si no hubiera un mañana. Porque la sensación que da eso es la de oportunismo en estado puro, una especie de necesidad de que todo vaya mal para poder meter la cuchara, la impresión que lo que menos importa es el Valencia. Y ese pensamiento, por más que algunos digan, a otros muchos no se nos quita de la cabeza.