El Valencia gana su cuarto partido consecutivo y hace enloquecer a Mestalla

Un Valencia - Athletic en Mestalla para recuperar la ilusión. Ese era el objetivo después del miércoles en Copa. Foulquier entraba por Thierry, y el resto del equipo era el previsto, incluso con la suplencia de Javi Guerra, de nuevo plan b. Los primeros minutos fueron visitantes, pero además con mucha claridad. Nosotros salimos a aguantar y a salir haciendo daño a la espalda. En el 4 se reclamaban unas manos del Athletic que parecían claras, pero ni el árbitro ni el VAR parecieron verlas. En el 7, una buena jugada de Fran Pérez, quizá un poco individualista, era llegada peligrosa, pero su remate se iba al lateral de la red. Canós le pedía solo en el centro. En el 12, precisamente el de Nules se lesionaba solo, en una acción brillante de regate, pero que le generaba un problema muscular. Su cara en el banquillo era muy dura de ver, mucho. Su puesto lo ocupaba Yaremchuk y Diego López pasaba a la banda.

Pasado el 20, nosotros acusábamos la lesión de Sergi, y ellos andaban buscando una oportunidad jugando con su estilo en toda su extensión. En el 28, de nuevo Nico Williams tenía una muy clara, era la segunda, y su remate, mordido, era detenido por Mamardashvili. Pero había llegado solo. Llegados a la media hora, el encuentro era nuestro campo, con demasiada presencia, y nosotros haciendo menos daño del que sería recomendable. En el 42, volvíamos a dar señales de vida arriba, y buenas. Una contra tras robo, y Guillamón, en segunda línea, remataba fuerte pero un poco desviado. En el 46, la tenía clara Yaremchuk a la salida de un córner, pero Simón lo salvaba de milagro… aunque el colegiado no pitó saque de esquina, cuando era muy claro. Con esta jugada nos íbamos al descanso.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con la sensación de que quedaba mucho partido por jugar. En el 48, la llegada más clara del Athletic, dentro del área con demasiada facilidad, y el remate de Sancet, franco, se iba desviado por medio palmo. El guión era el mismo que en el primer acto, pero con nosotros siendo más blandos en ataque, y eso permitía a los rojiblancos llegar mucho más. En el 58 nos tocaba tener la más clara a nosotros, con una gran llegada por la izquierda, balón en ventaja par Duro, solo ante Simón, pero la remataba mal cuando se cantaba el gol. Clarísima.

Pero Duro está de dulce, y dos minutos más tarde, centro milimétrico de Gayà al segunda palo, y el madrileño, de cabeza, era inapelable para hacer el 1-0 en el 60. En el 68, Fran Pérez se marchaba del campo dando paso a Thierry, que pasaba al lateral, y adelantaba su posición Foulquier. El equipo seguía igual, aguantando atrás y buscando contras, aunque ahí las piernas ya iban estando justas. En el 78, parada brutal de Mamardashvili tras una llegada muy clara del Athletic, y su atajada en dos tiempos cortaba la respiración del estadio. En el 81, entraban Javi Guerra y Jesús Vázquez, y salían Yaremchuk y Diego López, que no podían dar una carrera más. El colegiado daba 6 de añadido. Pero el equipo aguantó como los grandes, como los veteranos, y nos llevamois una victoria que es oro puro. Mestalla, en pie.