Implicación y espíritu de pertenencia en el Valencia
La implicación del técnico y la plantilla contrastan con el desapego que emite la propiedad, la fuerza del Valencia está en el campo

El gol de Sergi Canós emocionó al valencianismo, primero porque fue un tacto de bella factura y después por todo lo que significó para un jugador que siempre soñó con jugar en el primer equipo y que el pasado martes cumplió un capítulo especial. Su celebración y sus palabras son un reflejo de lo que es esta plantilla, un grupo con muchas carencias en cuanto a potencial pero con una implicación fuera de toda duda.
En este Valencia todos reman, incluso los menos habituales. Baraja ha sabido aislar a su equipo del entorno y las polémicas. El técnico ha asumido que no va a recibir la ayuda de la propiedad en cuanto a refuerzos y fichajes. Va a nadar con los suyos hasta el final y los jugadores están respondiendo con espíritu de aprendizaje voluntad. La progresión de los jóvenes es una de las mejores noticias, la aparición de Javi Guerra o Yarek, la explosión de Mosquera o la confirmación de Mamardashvili como uno de los mejores guardametas de La Liga.
A esto se tiene que agarrar el Valencia, en época de vacas flacas los canteranos y otros jugadores de perfil bajo están ayudando a a dejar lejos el agujero negro. No todo es malo en el Valencia CF.