El último partido del durísimo 2023 del Valencia CF

Y 2023, por fin, se acaba para el Valencia. El peor año de nuestras vidas, el más duro, el más ingrato, el más largo, el más difícil... Los 365 días con menos victorias pero, de alguna manera, todas con una importancia y una simbología que las va a hacer especiales. Porque hasta los empates han pasado a la historia, como aquel contra el Espanyol en Mestalla o el del Betis en la última jornada. Un año plagado de niños, de malas noticias, de cuestas interminables.

No recuerdo haberlo pasado tan mal nunca, esa es la verdad. Viví el descenso, y aunque era pequeño, no era un bebé, que con casi 12 años tengo grabados demasiados momentos muy malos. Pero lo de este 2023 ha sido muy salvaje, porque ha habido componentes de todo tipo que lo han hecho así, extremo a más no poder. Que luego un gran amigo fuera el entrenador no puso las cosas más fáciles, pero creo que a todos nos ha pasado lo mismo.

A 2024 no es que le tenga una gran fe, por aquello de que las cosas no tienen mucha pinta de cambiar por parte del que manda, pero que se acaba este maldito año no puede ser una mala noticia, ni mucho menos, aunque sólo sea para perderlo de vista, que ya está bien. Vamos a terminarlo con buen sabor de boca, porque al final este grupo se lo merece, y nosotros, los valencianistas, pues oye, también, que no hay mal que 100 años dure, ni cuerpo que lo resista.