Cuestionar a Baraja en el Valencia es un pecado que no podemos cometer

El momento de los palos a Baraja por parte del entorno del Valencia, ha llegado. No, el Pipo no lo hace todo bien, porque eso es imposible, para él y para el mejor del mundo. Y puede cometer errores, pues claro que puede. Y se le debe exigir, igual que él exige a sus jugadores cuando les dice dónde están y qué representa ese escudo. Pero si en esto se nos va la cabeza y perdemos la perspectiva, es que somos carne de cañón como no nos hacemos idea.

Que si el doble lateral estaba mal, que si los cambios tarde, que si salimos a empatar, que si la segunda amarilla de Paulista es culpa suya por no quitarlo, que si no confía en el banquillo que tiene... Desde fuera lo sabemos todo, incluso más que el propio entrenador, faltaría más, y de un plumazo, pero tal cual, todo el trabajo de muchos meses va por el aire, se olvida en un suspiro y es que no tiene nivel, es que puede hacer más, es que, es que...

Creo que nos equivocamos, y no lo digo porque Baraja sea mi amigo, porque lo he pensado igual de Gracia, Bordalás o Gattuso. Ellos tienen la responsabilidad hasta donde la tienen, con sus errores y con sus aciertos, pero cuando se pasan ciertos límites, eso es otro mundo distinto. El Pipo nos salvó el año pasado, contra todo pronóstico, y creo de todo corazón que lo volverá a hacer este, aunque vamos a sufrir tanto o más que la pasada campaña.